Para las nuevas generaciones, Camilo Sesto es uno más del pasado, cuyo nombre puede sonar más o menos, pero desde 1971, cuando triunfó con «Algo de mí», es una de las figuras incontestables de la canción en España y Sudamérica. Sobre todo al otro lado del Atlántico su popularidad se ha mantenido más o menos intacta, en tanto en España has oscilado bastante a partir del ostracismo voluntario a que se sometió con el nacimiento de su hijo.

Su marcha a Madrid en busca del triunfo le alejó poco a poco de su ciudad natal, con la que ha mantenido una relación complicada a lo largo de casi medio siglo, con anécdotas positivas y episodios negativos.

Ahora, con su 70 cumpleaños, se ha abierto el camino a una reconciliación que se plasmará en el mes de noviembre.