La propuesta lanzada por el Institut d'Estudis de les Valls de Mariola para integrar los municipios de Biar, Beneixama, el Camp de Mirra y la Canyada en la comarca de l'Alcoià se fundamenta en los centenarios vínculos históricos, lingüísticos y culturales que ligan estas cuatro poblaciones a nuestra comarca durante varios siglos.

Cuando Jaume I fundó el reino cristiano de Valencia, el sur se situó entre la Foia de Castalla, Xixona y la Marina. Décadas después, su nieto Jaume II incorporó las tierras al sur de Xixona, hasta Orihuela. Esta ampliación obligó a dividir administrativamente el reino en dos gobernaciones: la de València o «deçà Xixona», y la de Orihuela o «dellà Xixona». Debido a que la primera abarcaba más del 85% de todo el territorio, se crearon a su vez dos subgobernaciones, Castelló en el norte y Xàtiva en el sur.

La división eclesiástica también se adaptaba a estas gobernaciones y subgobernaciones forales. Villena y Sax pertenecían a la Corona de Castilla y, por tanto, se regían por leyes y costumbres diferentes, hasta el punto que los vecinos de nuestra comarca para poder viajar hasta allí debían procurarse pasaportes y acreditaciones en castellano para no tener problemas en la «frontera».

Tras la supresión de los fueros valencianos en 1707, comenzó a estudiarse la reorganización del territorio valenciano y su adaptación al modelo castellano de corregimientos. Un año después, la Audiencia elaboró una propuesta para la creación de 11 gobernaciones o corregimientos, uno de ellos con capital en Alcoy, cuya jurisdicción se extendía desde Banyeres al oeste a la Vila Joiosa y Benidorm por el este.

Al calor de la constitución de Cádiz de 1812, las Cortes encargaron una nueva división provincial al cartógrafo y marino mallorquín Felip Bauzà. Su proyecto dividía España en 44 provincias, entre las cuales se contaba de nuevo la de Alicante. El plan Bauzà nunca se llevó a cabo porque Fernando VII acabó declarando nula la «Pepa». Un segundo intento de división provincial se produjo durante el Trienio Liberal (1820-1823), pero solo funcionó entre 1822 y 1823; establecía, a imagen de la antigua organización foral, cuatro provincias: Castelló, Valencia, Xàtiva y Alicante. La tercera división provincial, que es la que todavía se mantiene, data de 1833, cuando se aprobó la propuesta elaborada por Javier de Burgos. El histórico Reino de Valencia se dividió en tres provincias (sacrificando la Xàtiva) e incorporó a la de Alicante las localidades de Villena y Sax.