El edil de Obras Jordi Martínez quería hacer balance por dos motivos: para intentar sacar el lógico rédito político y para «contestar» a Ignacio Palmer, que el pasado 21 de enero declaraba en este diario que «Este año en Alcoy no habrá excavadoras». La bola de cristal le falló a Palmer, aunque no del todo, porque algunos de los asuntos que apuntaba aún están por ver, como la rotonda de Oliver. Excavadoras haberlas, haylas, aunque sea de las pequeñas y con lo que cae, anticiparse 22 trabajos más es para echarse a temblar. Señalan los críticos, siempre maliciosos, como diría Stephen King, que ningún escritor de ciencia ficción fue capaz de vaticinar el móvil y cabría añadir que ningún poso de té apuntó lo que se nos venía encima con el puente Fernando Reig. Su cierre ha distorsionado el tráfico en toda la ciudad y se nota mucho en el centro, con sólo un carril disponible por la ampliación de aceras en País Valencià; se nota en la plaza de España, donde se ha incrementado exponencialmente el paso, a la búsqueda de salidas. Y se nota en el Viaducto, con colapso perpetuo de entrada y salida a las horas punta. Lo dicho. Para hacer la maleta.
