Dos mil pesetas tienen la culpa, o doce euros si se trasladara a los tiempos actuales. Ese fue el precio de la primera contratación entre la Unió Musical Contestana y la Filà Chano de Alcoy, allá por el año 1942, siendo director de la banda Enrique Pérez Margarit y primer tro de la filà José Fadreque Coloma. De esta forma arranca el texto justificativo que aparece en el programa del concierto que se celebrará el próximo 2 de octubre para conmemorar los 75 años de relación entre ambas entidades.

Ese no fue el primer contacto músico-festero entre las dos sociedades, dado que la Unió Musical Contestana llevaba unos años flirteando con la Filà Llana, y los Chano habían coqueteado con la Primitiva y la Nova de l'Iris, entre otras. Pero aquellos enamoramientos de juventud dieron paso a una relación fructífera y duradera que ya va por sus bodas de platino, 75 años que se cumplen en este 2016.

Según explicaba el actual primer tro de la filà, Miquel Richart, la efeméride merecía la organización de un concierto que se suma a los actos de este año de capitán, y finalmente el mismo se llevará a cabo el próximo 2 de octubre, a las 12 horas, en el Salón Rotonda del Círculo Industrial.

El programa estará integrado por una recopilación de pasodobles y marchas moras representativas de esos 75 años de simbiosis festera, con piezas dedicadas a la filà o a algunos de sus componentes. También hay otras que han formado parte del repertorio habitual de dianas y entradas, o seleccionadas por las escuadras especiales.

En la primera parte, y bajo la dirección de Jaume Fornet, la banda interpretará Chano, de Julio Laporta Hellín; Jamalajam, de José Ferrándiz Fernández; El Rei Capità, de Julio Laporta Hellín; El Kábila, de José María Ferrero Pastor; Emilio el Chato, de Gustavo Pascual Falcó; y Als Chanos, de José Pérez Vilaplana. En la segunda parte, Bohemios del 29, de José Pérez Vilaplana; Sou i Chano, de Rafael Giner Estruch; El Marxós, de José María Valls Satorres; Mansanet Alferes Chano, de José Pérez Vilaplana; Buscant un bort, de Gustavo Pascual Falcó; y A mons pares, de José Pérez Vilaplana