Una mujer aparcó su coche el jueves en la calle Entenza de Alcoy, al filo de las 14,15 horas, lo cerró y entonces se dio cuena de que las llaves estaban dentro... y el bebé también.

Alertados los servicios de emergencia, de inmediato acudieron la Policía Local y los bomberos, que rompieron cuidadosamente un cristal, lo que permitió abrir las puertas y extraer al pequeño, todo lo cual apenas duró unos minutos, según han explicado fuentes policiales.

Asímismo, ese mismo día, en la calle Xixona, una señal de tráfico cayó sobre dos niños que salían del colegio con una cuidadora, resultando ambos ilesos.

No tuvo la misma suerte el trabajador que en la Caseta Mascarelles se precipitó desde lo alto de un camión que descargaba, teniendo que ser trasladado y atendido en el Hospital Virgen de los Lirios.