El colectivo Nostra Terra de Potries, coordinado por el ambientólogo Ismael Aznar, y agentes medioambientales de la Generalitat Valenciana, están llevando a cabo en el tramo del río Serpis del municipio valenciano de Villalonga una auténtica operación para salvar su fauna, condenada a una muerte segura debido a la pertinaz sequía que ha acabado por completo con el caudal.

Desde hace semanas el colectivo de voluntarios de Potries, con la autorización de la Conselleria de Medio Ambiente, se ha dedicado a recoger anguilas, barbos y madrillas, entre otras especies, cargarlas en capazos impermeables llenos de agua y descargarlos unos kilómetros río arriba, más allá del azud del Pas de la Guàrdia, en Villalonga, donde se espera que siga llegando agua hasta que la lluvia ponga fin a la sequía más intensa que se registra en la Safor en, al menos, desde hace cincuenta años.

Según señala Toni Monzó, del Col·lectiu Nostra Terra de Potries, ya se han llevado a cabo diez actuaciones en distintos «gorgs» del Serpis dentro de ese término municipal.

Según sus datos, han podido salvar más de dos mil anguilas, a las que cabe sumar barbos, carpas comunes, cangrejo autóctono, madrillas y «petxinots», entre otros.

A esa actuación se han sumado los agentes medioambientales de la Generalitat, que también han trabajado en las últimas semanas llevando especies autóctonas desde el término de Potries al de Villalonga, siempre por encima del azud del Pas de la Guàrdia.

El caudal ecológico que libera el pantano de Beniarrés, de 80 litros por segundo, apenas se mantiene durante unos pocos kilómetros.