El textil valenciano, concentrado en su mayor parte en las comarcas de l'Alcoià, El Comtat y la Vall d'Albaida, ha perdido 794 empresas y prácticamente la mitad de los empleos desde el inicio de la crisis. Así lo apunta un estudio realizado por CCOO, que concluye que el incremento de los beneficios en el sector está basado en gran parte en el recorte de 12.270 trabajadores. El mismo informe señala que esta industria ya arrastraba con anterioridad su propia crisis, según el secretario general del sindicato en la Comunidad, Paco Molina, «por no haber introducido los necesarios estándares de competencia empresarial».
El estudio hecho público por CCOO revela que entre 2008 y 2016 el textil valenciano ha perdido un 48,2% del empleo, lo que supone que hay 12.270 personas menos ocupadas en el sector. El 70,9% son hombres y el 29,1% mujeres. Esta pérdida de puestos de trabajo ha repercutido más en el sexo femenino, toda vez que ha afectado al 57,7% de las trabajadoras.
En 2014 comenzó una leve recuperación de la actividad de la actividad y el empleo, que se pone de manifiesto en la Escuesta Industrial, y que es confirmada por el Índice de Producción Industrial.
Según se hace constar en el informe, el descenso del número de trabajadores en el sector se da junto a un incremento de la productividad, que apunta a una mayor carga de trabajo por persona. También ha habido una considerable reducción de empresas, pasando de 3.029 a 2.235, lo que supone un 26,2% menos. Aun así, la Comunidad Valenciana aglutina el 15,2% del total de empresas del estado español, la segunda después de Cataluña.
En 2007 el sector ya mostraba una baja rentabilidad, con un volumen de benficios total de algo más de tres millones de euros, lo que apenas suponía un 0,1% del valor de la producción. Entre 2008 y 2012 se dio un fuerte descenso de ventas y un ajuste en gastos. Un año después, aunque continuaba el descenso, se obtuvieron beneficios de 24.964.000 euros, con lo que se podría decir, en opinión del sindicato, que el proceso de ajuste de gastos ya está concluido. Aunque el incremento de ventas en 2014 eleva la rentabilidad a 30.070.000 euros, los beneficios tampoco son elevados, al rondar un 1,6% del valor de la producción.
El secretario general de CCOO del País Valencià, Paco Molina, centraba su atención en el fuerte descenso de ventas y, a la vez, en el incremento de los beneficios atribuible al recorte de los gastos, fundamentalmente en mano de obra. El dirigente sindical se queja precisamente de que la rebaja de los costes de producción haya venido determinada, casi como única medida, a través de los trabajadores. «Las plantillas se han visto afectadas por despidos masivos y por la depreciación de sus salarios, mediante descuelgues del convenio colectivo, además de por un incremento de la economía sumergida», manifiesta.
Para Molina, los datos recogidos demuestran que el textil y la confección ya arrastraban su propia crisis, anterior a la crisis general de la economía. El sindicato considera que no se está ante una crisis sectorial al uso, sino ante «fracasos de modelos de gestión y dirección que han afectado a las empresas individualmente». Lo atribuye, asimismo, a una falta de modernización y de prácticas democráticas en las empresas, por lo que insiste en la necesidad de dar una mayor participación a los trabajadores y trabajadoras.
