El pasado sábado 27 de agosto, a las 22:00 horas, arrancaban las fiestas de Castalla con la reunión de todos los castallenses en la Plaza Mayor, frente la «Casa del Fester», para la Exaltación Festera 2016, el acto inicial de sus fiestas patronales en honor a la Virgen de la Soledad.

En esta noche, los comparsistas de Castalla, presentan a los Ángeles de la Rodella, exaltan a sus capitanes 2016 y pregonan la llegada de sus fiestas anuales de Moros y Cristianos.

El acto que fue presentado por Fàtima Francés, miembro de la comparsa Mariners, se inició con la actuación de la Unión Musical de Ibi bajo la batuta de José Mira.

Tras la interpretación musical, los más pequeños se convirtieron en protagonistas, durante el momento más esperado de la noche, el paso de espada y escudo de los Ángeles de la Rodella de las fiestas pasadas, a los niños y niñas que ostentarán el cargo este año.

A continuación se personaron en el escenario las siete capitanías, una por cada comparsa castallense. «Mariners», «Cristians», «Pirates», «Maseros», «Moros Grocs», «Moros Vells» y «Moros Mudéjars», tuvieron su representación en el escenario, por parte de los elegidos para desfilar en nombre de sus comparsas como capitanes el próximo mes de septiembre.

Al finalizar con el momento principal del acto, la exaltación de los capitanes del 2016, se dio paso a otro de los instantes clave de la noche, el pregón.

Este año, el encargado de pregonar las fiestas fue el castallense José María Espinosa, perteneciente a la comparsa de los «Cristians».

Las palabras de Espinosa, llegaron a todos los festeros que presenciaban la ceremonía dado que reflejaron un gran amor por la fiesta de Moros y Cristianos, pero sobre todo por los festejos de la localidad.

La exaltación festera, es el pistoletazo de salida que sirve como anuncio para la llegada de los días centrales de las fiestas de Moros y Cristianos de Castalla.

Las fiestas, se celebran en el municipio desde el día 1 al 4 del próximo mes de Septiembre, con actos tradicionales como la «nit de l'olleta», «l'entrada», las procesiones a la Virgen de la Soledad y los dos días de «alardo», con los que se clausuran cada año las fiestas de Moros y Cristianos.