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La sequía obliga a pueblos de El Comtat y la Marina Baixa a abastecerse con cubas

Tollos, Millena y Abdet han tenido que recurrir a camiones cisterna y aplicar restricciones

El lavador de Millena, seco. juani ruz

La sequía ha obligado a pequeños pueblos de El Comtat y la Marina Baixa a abastecerse con cubas y aplicar restricciones en el uso del agua potable. Tollos, Millena y Abdet han tenido que recurrir a camiones cuba para rellenar sus depósitos en una medida totalmente excepcional, mientras que Fageca y Famorca harán lo propio en los próximos días. Numerosos municipios de estas comarcas, así como también de la Marina Alta, han prohibido el riego y el llenado de piscinas, e incluso han suspendido licencias de obras. El hecho de que la mayoría de estas localidades hayan triplicado su población por el período vacacional ha contribuido a empeorar la situación.

El problema en El Comtat se concentra en la Vall de Seta, donde Millena y Tollos están recurriendo a camiones cisterna para rellenar sus depósitos. El alcalde del primer municipio, César García, manifestaba que «de habitual somos 80 vecinos y ahora en verano hemos pasado a 400, con lo que los pozos no dan abasto». Lo mismo señalaba el de Tollos, Félix Frau, quien destacaba que «entre que se nos ha triplicado la población ahora en verano y la sequía, no tenemos otra opción que recurrir a las cubas cuando merma mucho el depósito».

Fageca y Famorca todavía no han tenido que contratar camiones cisterna, pero es casi seguro que lo harán en los próximos días, dado que los pozos están secos y el que les suministraba agua desde Benimassot se ha tenido que cortar al haber mermado también mucho sus reservas. Desde Famorca, su alcalde, José Vicente Masanet, manifestaba que también han suspendido licencias de obras, «porque no podemos gastar el agua ahora en estas cosas». En Fageca, la primera edil, Mari Carmen Devesa, destacaba que se había prohibido el riego, al igual que en el vecino Balones, con amenaza incluso de «retirarles el contador a aquellos que no hagan caso», según destacaba el alcalde, Juan Tomás Bou.

La otra población en que se ha recurrido a los camiones cuba es Abdet, dependiente de Confrides, en la Marina Baixa. Al igual que en los casos de la Vall de Seta, el incremento poblacional en esta época del año ha sido determinante para que el depósito se haya quedado sin reservas.

Está previsto que la Diputación Provincial subvencione a los municipios que no han tenido otro remedio que hacer uso de las cubas para poder abastecerse de agua potable, una medida que es absolutamente excepcional.

Pero el problema no afecta tan sólo a El Comtat y la Marina Baixa, sino que también en la Marina Alta se están aplicando restricciones. Llíber y Xaló estuvieron sin agua potable desde mayo por la sequía y por un problema de vibraciones con la bomba de extracción, que propiciaba la contaminación del caudal. La situación, sin embargo, quedó solucionada hace apenas dos semanas.

Con todo, la mayor parte de los municipios de esta comarca están instando a vecinos y visitantes a ahorrar agua, con la prohibición de llenar piscinas, entre otras medidas.

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