La emotiva jornada de ayer marcó el ecuador de las Fiestas de Moros y Cristianos de Cocentaina. Los vecinos de esta población de El Comtat honraron a su patrón, San Hipólito, con la tradicional ofrenda floral, una misa, la presentación de armas a los capitanes y una solemne procesión.

Después del espectáculo ofrecido por las 16 filaes durante la Entrada de Moros y Cristianos del sábado, los contestanos siguieron ayer con sus festejos patronales, abriendo el programa con la tradicional Diana en la que los más pequeños acaparan todo el protagonismo.

Sin duda alguna, los actos más emotivos empezaron pasadas las doce de la mañana con la tradicional ofrenda de flores a San Hipólito, la cual tuvo lugar en la parroquia de Santa María. Hasta allí llegaron los festeros a ritmo de pasodoble y portando una gran variedad floral para depositarla a los pies del patrón.

Al finalizar la misa, los capitanes y abanderados se dirigieron a la plaza de la Villa, donde desde la tribuna contemplaron cómo los festeros de las 16 formaciones desfilaron por delante de ellos presentando sus armas, una vez más, al ritmo de pasodoble.

Tras un receso para comer y reponer fuerzas, festeros, devotos y autoridades volvieron a ocupar algunas de las calles más céntricas de Cocentaina para acompañar a la imagen de San Hipólito en la procesión. En el momento de entrar al patrón al templo se vivieron momentos muy emotivos y se dispararon salvas de arcabucería en su honor.

Ya por la noche, los contestanos disfrutaron de uno de los actos más alegres y desenfadados, la retreta.

El olor a pólvora y el fuerte estruendo de los arcabuces marcarán hoy la última jornada de las Fiestas de Moros y Cristianas. Ambos bandos lucharán por el control de la villa, destacando actos como las embajadas, la simulación del incendio de la Villa Condal y la «Ambaixada de les Tomaques».