El puente Fernando Reig de Alcoy seguirá cerrado al menos hasta el lunes, al haber decidido el Ministerio de Fomento la realización de nuevas pruebas que determinen de forma definitiva la causa del problema registrado en la estructura y sus efectos. De entrada, según ha informado el alcalde Antonio Francés, se ha informado que la estructura carece de peligro pero que para la reapertura se tienen que efectuar más pruebas que determinen definitivamente su seguridad. De ahí que hasta el el lunes como mínimo seguirá clausurado.

Una rotura, total o parcial, de un tirante del puente Fernando Reig, de Alcoy, registrada sobre las once de la mañana de ayer, obligó a cerrar la estructura al tráfico y al paso de peatones, ante el riesgo de que se tratase de un problema serio. Mientras la Policía Local desviaba el tráfico como podía, desde la empresa que efectúa obras en el puente se alertaba a Fomento, que por la tarde derivaba una ingeniera que realizaba las primeras inspecciones. De entrada, la estructura no ofrece peligro, pero esta misma mañana una empresa especializada en tensores de puentes efectuará las pruebas correspondientes y se decidirá el camino a seguir, según han informado a este diario fuentes de la Delegación del Gobierno en la Comunidad Valenciana.

En el puente se estaba trabajando desde primera hora; de hecho, varios equipos se distribuían las tareas, combinando la reparación de la plataforma en curso con la colocación de la nueva valla y también de los pretiles. Así, el lado izquierdo -sentido Alicante- está ya en la recta final y la previsión era que en el mes de agosto se empezase el lado opuesto. En este ambiente, sobre las once de la mañana se produjo el incidente, en la parte del estribo de la Beniata. Justo en el momento en que estaba entrando una hormigonera, se escuchó «un fuerte crujido» y la plataforma del puente se movió bamboleándose. «Como si hubiera habido un terremoto», relataron los trabajadores posteriormente. Todo apuntaba a que uno de los tirantes se había roto, en todo o en parte.

De inmediato, se dio la voz de alarma, la empresa encargada avisó a la Policía Local, decidiéndose por precaución cortar el tráfico y el paso de peatones, a la espera de una inspección técnica. Lo que podía pasar en septiembre, mes para el que Fomento había anunciado un cierre por necesidades de las obras, ocurría de súbito el 28 de julio. La Policía Local desplegó de inmediato todos los efectivos disponibles, que procedieron a cerrar los accesos, especialmente la rotonda de Oliver, y a redirigir el tráfico. En un primer momento se cortó también la subida por Oliver, pero más tarde se reabrió, cuando la situación tendió a normalizarse. «Menos mal que es ahora, una época en que tenemos poco tráfico», explicó un agente a este diario.

De entrada, los agentes empezaron a colocar señalización orientando al tráfico hacia Cervantes y la Alameda, puntos por los que se podría circular hacia San Nicolás para dirigirse bien a la Zona Alta y la Beniata bien hacia la autovía, o también hacia el Viaducto para salir de la ciudad. Paralelamente, se reinvirtió el sentido del Camí de la Murtera, que ahora pasa a ser de entrada hacia la zona de Sembenet/Santiago Payá; la salida tiene que hacerse por el vial de la ladera conflictiva, con el paso alternativo por un semáforo.

Al puente acudieron de inmediato los concejales de Movilidad y Policía Local, Jordi Martínez y Raül Llopis, respectivamente, junto con el jefe del cuerpo, tanto para informarse de lo sucedido como para constatar la puesta en marcha del dispositivo. De hecho, se procedió a avisar a las empresas de la zona de Sembenet del problema surgido e incluso a los gestores de la autovía central, con el fin de que anunciasen en los carteles de los túneles del Barranc de la Batalla las dificultades de tráfico en Alcoy.

Entre tanto, desde la empresa se alertó a Fomento que ordenó de inmediato el desplazamiento de técnicos cualificados para evaluar lo sucedido y tomar las medidas necesarias.

Una vez se empezó a configurar el despliegue de la Policía Local y la señalización, poco a poco el tráfico se fue normalizando en la ciudad, detectándose algo más de intensidad en la zona centro. En el Camí de la Murtera y la bajada por Isabel II se produjeron algunos momentos de confusión en los primeros momentos.

Poco antes de las siete de la tarde, se informaba al Ayuntamiento de que la decisión final se aplazaba a esta mañana, según indicó Jordi Martínez. «Van a hacer más comprobaciones y a partir de ahí se decidirá», indicó el edil. Por su parte, desde la Delegación de Gobierno se explicó que Fomento había contactado con los diseñadores del puente que señalaron que en principio no había peligro alguno para la estructura. Asimismo, agregaron que se había decidido contactar con una empresa especializada en tensores de puentes que esta misma mañana remitirá personal al puente y analizará la situación.

Una vez se conozca su evaluación, se tomará la decisión sobre el puente, en referencia a su reapertura o la continuidad de la clausura actual.