Las ayudas para necesidades básicas a las familias -desde comida y alquiler de vivienda a suministro eléctrico, pasando incluso por un audífono- se han triplicado desde 2011, pasando de 160.000 a los 450.000 euros actuales. En el primer semestre de 2016, se han empleado 96.000 euros más que en el precedente, pero alcanzando a 44 familias menos, según ha explicado la edil de Políticas Sociales Aroa Mira.

Durante los seis primeros meses, Políticas Sociales ha aprobado 491 ayudas por un montante total de 369.000 euros, frente a los 272.000 del mismo período de 2015, lo que supone 96.000 euros más. Pese al aumento económico, la cifra de beneficiarios ha sido inferior ya que s ha quedado en 44 menos.

La mayor parte se han dirigido hacia las necesidades básicas de manutención, con 273.325 euros para 320 familias, lo que ha supuesto 85.000 euros más y prácticamente el mismo volumen de beneficiarios: 32 frente a 322. También ha habido 52 colaboraciones por la vivienda habitual, tanto de alquiler como de pago de luz y agua. La media ha sido de 225 euros. Otra partida ha sido la de colaboraciones extraordinarias, con 118 por un total de 60.365 euros, cifra muy superior a las 44.130 de 2015.

Por último, hay que señalar que finalmente son 1.368 las familias que se han inscrito para solicitar ayudas para suministros básicos, 34 menos que en 2015. Estas ayudas -limitadas a un máximo de 120 euros- son extraordinarias, para el pago del IBI o la tasa de basuras, por ejemplo.