El deterioro de los pretiles del puente de Cervantes, en Alcoy, se ha intensificado de manera importante en las últimas semanas, hasta el punto de haberse desmoronado varios de forma consecutiva. El alcalde Antonio Francés ha significado que el proyecto de reparación esté encargado y que se pretende acometer la restauración cuanto antes, que también abarcará los protectores de las aceras de los viaductos de la Pexina y San Roque.
Afectados por una especie de aluminosis, el cemento de los pretiles del puente de Cervantes se desmorona sin pausa. De hecho, en las últimas semanas los peatones han podido constatar cómo ha habido hasta tres deterioros casi en días consecutivos. El cemento cae al suelo, en muchos casos tratándose de reposiciones que se han ido haciendo con el paso de los años, y la estructura metálica queda al descubierto.
Este problema también se registra en los puentes de la Pexina y San Roque, que configuran junto a Cervantes, la travesía tradicional de la N-340 en Alcoy, aunque en los dos citados el problema es menos acuciante porque los pretiles resisten mejor.
El Ayuntamiento, como ha venido informando este diario, ha puesto en marcha un proceso para intervenir en estos puentes. «El proyecto está redactándose en estos momentos y se ejecutará cuanto antes», explica el alcalde. Todo el dispositivo se ha puesto en marcha tras la aprobación y obtención del crédito de 4,2 millones para inversiones, que incluye una partida para estas intervenciones.
La intención del consistorio pasa por actuar en Cervantes, que tiene prioridad en estos momentos debido al declive de sus pretiles. Luego se trabajará en los dos restantes.
Redes de protección
Paralelamente, el proyecto incluirá la intervención en el viaducto Canalejas, parte de cuya base está protegida con redes, con el fin de evitar que la caída de cascotes -que ya se ha producido- pueda provocar algún accidente. Otro tanto sucede con el pontón de San Jaime, en el centro urbano.
El Ayuntamiento ha destinado una partida de 162.000 euros a esta actuación, de la que la mitad se utilizará a los pretiles de los tres puentes y el resto, a los dos viaductos citados, en los que también se prevé trabajar a corto plazo.
A todo estoy hay que sumar que, recientemente, la empresa constructora efectuó reparaciones en el nuevo Viaducto-Zona Norte, con el fin de evitar que se inunde cuando llueve. En la última tromba de agua, registrada un sábado por la tarde, se generó un auténtico lago en la zona más baja del puente, quedando atrapado un vehículo cuyos usuarios tuvieron que ser ayudados a salir por los bomberos. La constructora se ha hecho cargo en este caso de la reparación.
