La magia del fuego, como no podía ser de otra forma, fue la gran protagonista en la noche de San Juan alcoyana. Cientos de personas salieron a la calle para asistir a la «cremà» de las hogueras plantadas en los barrios de la Zona Norte y Batoy, y disfrutar además de la tradicional «banyà» a cargo de los bomberos.

Batoy fue el primero en abrir el fuego. Tras el pasacalle protagonizado por los niños y sus disfraces y cuando caían las primeras sombras de la noche se procedió al encendido de la hoguera, confeccionada a la vieja usanza con palés y otros restos de madera.

Después fue el turno de la Zona Norte. La fiesta se había iniciado a media tarde con el multitudinario espectáculo infantil en el anfiteatro Amado Blanquer. Fue el preámbulo para la «cremà» de las doce en punto de la noche. Una gran cantidad de público se cocentró para ver cómo la hoguera, que este año reivindicaba la urbanización de la plaza de Al A-Azraq, quedaba reducida a cenizas.