Juan José Olcina Navarro se convirtió anoche en el nuevo presidente de la Asociación de San Jorge de Alcoy, con un amplísimo respaldo de la asamblea: 47 votos favorables, 4 contrarios y 3 abstenciones. «Es un resultado muy satisfactorio», manifestó instantes después, entre las felicitaciones de los miembros de la asamblea.

La votación permitió la elección de todos los candidatos propuestos, incluyendo a Gonzalo Abad como tesorero, único puesto al que había dos aspirantes, que obtuvo 38 apoyos frente a los 11 de Miguel Torres. Vicente Jorge Bas también fue proclamado vicepresidente segundo, si bien con menos respaldo, ya que tuvo 37 votos favorables, 15 en contra y dos asbtenciones.

A renglón seguido, Rafael Torregrosa accedió a la vicesecretaría, con 44 apoyos, 8 votos contrarios y dos abstenciones. Igualmente se eligió a los cuatro vocales propuestos, con 47 votos a Juan Domínguez, 45 a Pau Acosta y Víctor Ribes y con 39 a Juan Antonio Canalejas. De esta forma se completa la directiva, salvo en la plaza de contador, que deberá ser cubierta más adelante.

«El apoyo mayoritario que he recibido supone un resultado muy satisfactorio», manifestó Olcina tras su proclamación, aunque la toma de posesión efectiva será el domingo, durante la misa en la Iglesia de San Jorge, a partir de las 10,30 horas. Sobre sus primeras iniciativas, indicó que «vamos a continuar el camino que ha tenido la directiva hasta ahora, hablando y haciendo Festa». Asimismo, subrayó su máxima «ilusión» para sacar adelante las funciones del cargo.

En una situación inédita en los últimos años, el relevo presidencial pudo producirse in situ. Carlos Aracil, que ya se había despedido en la sesión anterior, cerró la sesión dando su felicitación a la nueva junta, y deseándole suerte, «que le hará falta». Instantes antes se había despedido el vicesecretario Rafael Sempere, «tras ocho años». Y también acabó el ciclo de la Cronista, Xesca Lloria, que había expresado su agradecimiento en la sesión precedente; igualmente terminó Roque Monllor, que ayer no acudió.

Por lo demás, la sesión había transcurrido con total normalidad, limitándose a la aprobación de un crédito para la Filà Maseros, que necesita fondos para ampliar la cocina y sanear las instalaciones. El refrendo se produjo por aclamación.

Fue una velada cargada de sentimiento, un cambio de hoja hacia una nueva etapa.