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La cereza cierra la campaña con unas pérdidas de 8 millones por la sequía

La subida de precios no ha servido para compensar la caída del 50% en la producción

La cereza cierra la campaña con unas pérdidas de 8 millones por la sequía

El sector de la cereza en la provincia de Alicante ha cerrado la campaña con unas pérdidas superiores a los 8 millones de euros. La prolongada sequía ha sido el principal factor que ha propiciado un descenso de la cosecha del 50%, merma ésta que la subida de precios no ha sido capaz de compensar. La producción, incluso, ha sido inferior en algunas zonas como El Comtat y la Vall de Gallinera.

Pintaba mal la campaña de cerezas de este año y al final los malos presagios se han acabado confirmando. Un cúmulo de factores climatológicos adversos han reducido la cosecha de la provincia a la mitad, por lo que apenas se han podido alcanzar los cuatro millones de kilos. La prolongada sequía que se viene arrastrando y la falta de frío en los meses de invierno han traído consigo estas consecuencias negativas.

El presidente de la Denominación de Origen Montaña de Alicante, Hilario Calabuig, manifestaba que «pese a que cayeron algunas lluvias cuando estaba a punto de empezar la campaña, no fue suficiente para compensar casi tres años de sequía. Los árboles se encuentran muy castigados y cuando se enfrentan a estas situaciones se autorregulan, de manera que dan menos fruta».

Pese a que en términos globales la cosecha ha caído un 50%, hay zonas que se han visto más castigadas, como es el caso de la comarca de El Comtat o los valles de la Marina, con Gallinera a la cabeza. «Se trata de las áreas de secano. En el Vinalopó, donde buena parte de las plantaciones cuentan con regadío, la incidencia de la sequía ha sido menor y se ha podido capear con más efectividad el problema», enfatizaba Calabuig.

Este fuerte descenso de la producción, como es lógico, ha tenido efectos negativos a nivel económico. Mientras en las tierras alicantinas el problema ha sido la sequía, en otras zonas productoras de España como el Valle del Jerte en Extremadura o Aragón han sido las lluvias en la campaña de recolección las que han tenido efectos devastadores. La consiguiente escasez de cerezas en los mercados ha propiciado un incremento de los precios que, sin embargo, no ha servido para compensar.

El responsable de la Denominación de Origen manifestaba que «los precios han sido esta campaña mucho más estables que en la anterior, con una media de más de dos euros el kilo. Pero el descenso de la cosecha ha sido muy importante y no se ha llegado a compensar la rentabilidad de las explotaciones».

Así las cosas, los productores habrán dejado de ingresar esta campaña alrededor de 8 millones de euros, lo que supone un fuerte varapalo.

El único factor positivo es que, como consecuencia de la sequía, la lluvia también ha brillado por su ausencia en la provincia durante la recolección, con lo que salvo muy al inicio de la temporada, no se han registrado pérdidas añadidas. Hay que resaltar, en este sentido, que el agua es uno de los principales enemigos de la cereza cuando ésta ya se encuentra en el árbol, dado que se agrieta y la deja inservible para la comercialización.

Como es habitual, las cerezas de la provincia, merced a su calidad, también han llegado este año a los mercados internacionales, sobre todo a países europeos como Francia, Alemania o Polonia. En todo caso, se ha tratado de volúmenes escasos, debido precisamente a la baja producción alcanzada en esta campaña.

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