La carretera que une l'Orxa y Vilallonga presenta a diario un aspecto fantasmalcarretera que une l'Orxa y Vilallongaaspecto fantasmal, debido a que el mal estado de los accesos ha reducido su uso a la mínima expresión. El vial, que cumple ocho años desde su apertura, está además deteriorándose como consecuencia de la falta de mantenimiento, ante la desesperación de los ayuntamientos afectados.
La carretera fue inaugurada a principios de 2008, dando respuesta de esta forma a una larga reivindicación, toda vez que por fin L'Orxa iba a tener una salida hacia la costa. Se trataba de un trazado de cinco kilómetros de longitud que discurre por el Pla de la Llacuna, entre los valles de Gallibera y el Serpis, y que requirió de una inversión de dos millones de euros por parte de la Generalitat.
Hasta ahí todo perfecto, salvo por una salvedad. Quedaron por ejecutar otros 9 kilómetros, los correspondientes a los accesos desde ambos municipios, que a día de hoy siguen sin construirse. Esa circunstancia propicia que la única forma de llegar a la carretera sea a través de dos pistas forestales muy empinadas y repletas de curvas, que además no reúnen las mejores condiciones. Especialmente penosa es la situación del acceso desde L'Orxa, con un asfalto repleto de baches.
El resultado no es otro que la infrautilización de la carretera. Puede transcurrir perfectamente más de media hora sin que pase ni un sólo vehículo, lo que pone en duda lógicamente la rentabilidad de la inversión llevada a cabo en su día.
Además, la falta absoluta de mantenimiento está propiciando el deterioro del vial, en cuyo asfalto ya aparecen grietas. También hay piedras en las cunetas fruto de desprendimientos que nadie retira, mientras que la retirada de la maleza de los arcenes ha tenido que correr al final a cargo del Ayuntamiento de la Vall de Gallinera, desde donde también se puede acceder por un camino igual de precario.
Ante este estado de cosas, el Ayuntamiento de L'Orxa ha ofrecido a la Diputación que asuma la titularidad de la pista por la que se sube a la carretera. Según explicaba el alcalde, Arnaldo Dueñas, «nosotros no tenemos medios para mantenerla en buen estado, y esta sería la única forma de mejorarla y potenciar con ello el uso del vial que nos une a Vilallonga».
