La Policía Local de Alcoy recibía en días pasados un reconocimiento oficial por parte de la Dirección General de Tráfico (DGT) por sus cincuenta años de actividad en educación vial, lo que la convierte en la decana nacional en esta materia. Medio siglo recorriendo los colegios de la ciudad para impartir clases prácticas y teóricas y contribuir de esta forma a una movilidad más segura.

Las relaciones con los centros educativos se remontan a los años 70, cuando la Policía Local ya montaba parques de tráfico. Desde entonces la actividad ha ido a más, con clases en todos los colegios públicos y concertados. La inauguración en 2014 de un circuito fijo de bicicletas en la Zona Norte supuso un fuerte impulso para la educación vial, que este curso ha alcanzado a 3.500 alumnos.

Los agentes, en cualquier caso, siguen acudiendo a los centros educativos cuando la formación va dirigida a niños de 5 años, como ha sucedido esta semana en el colegio Horta Major. Diego Fernández, responsable policial de esta actividad, indicaba que «cuando los niños son muy pequeños nos acercamos a sus colegios para evitarles el desplazamiento a la Zona Norte y montamos un parque móvil».

La educación vial en Alcoy ya no es una actividad puntual, sino que se ha consolidado como permanente. De hecho, se comienza con los niños de 5 años y a partir de ahí reciben clases en segundo, cuarto y sexto de Primaria, y posteriormente en tercero de ESO.

El proyecto cuenta con dos aspectos diferenciados: por un lado está la educación viaria, que hace referencia a las normas de circulación y señalización, y por otro las normas básicas de convivencia, como tirar los desperdicios a la papelera y pasear de forma adecuada a los perros. Además de los circuitos, los niños salen a la calle para aprender a respetar los semáforos, cruzar por los pasos de cebra e incluso hacer de policías locales.

«El objetivo es que aprendan a convivir con los coches y que se respeten las normas, para entre todos conseguir una movilidad más segura», resaltó Fernández.