Por la puerta grande. Así se marcha Diego Mir tras catorce temporadas al frente del Enrile PAS Alcoy, pero no es un adiós sino un hasta pronto. «Mi casa siempre estará en Alcoy» manifestó, emocionado, mientras recibía la medalla de oro y brillantes del club, de manos del presidente Andrés Hernández.

Han sido unos días frenéticos, emotivos y emocionantes. Hace un mes el Enrile estaba a once puntos de la salvación... que se ha conseguido, «con toda la moral» en el último instante. Por tanto, Diego Mir abandona el club, como se había anunciado, pero lo hace por la puerta grande, dejando el quipo en la división de honor del Hockey sobre patines español, la OK liga, la categoría a la que lo ascendió por primera vez.

El Enrile había previsto el homenaje de despedida independientemente del resultado de la temporada y, así, el bar/restaurante del polideportivo Francisco Laporta fue el escenario en el que el club le entregó la medalla de oro y diamantes, en reconocimiento a su trabajo en favor de la entidad, protagonizando la etapa más brillante de su historia deportiva. El acto reunió a la directiva, con el presidente Andrés Hernández a la cabeza, y a los jugadores del equipo.

Mir, que se ahora marcha a Italia a entrenar, agradeció al equipo el esfuerzo especial efectuado estos últimos meses y resaltó, emocionado, que «mi casa siempre estará en Alcoy», una ciudad a la que había llegado de Italia, país al que emigró desde su Argentina natal. Llegó como jugador y casi en seguida pasó a ser entrenador, habiendo protagonizado una larga etapa, con altibajos pero siempre con la OK liga como referente, categoría en la que el Enrile continuará en septiembre, aunque con otro «míster».