Un pavoroso incendio forestal declarado en la tarde de ayer sitió Alcosser de Planes y obligó a desalojar a los vecinos de sus casas. El fuego en el barranco por el que discurre el río Serpis se quedó justo a las puertas del pueblo y llenó por completo las calles de humo, provocando momentos de gran tensión. Un amplio despliegue en el que intervinieron seis medios aéreos, nueve unidades de bomberos y cinco brigadas forestales con sus correspondientes autobombas permitió controlar las llamas en los alrededores del municipio y que los vecinos pudieran regresar a sus viviendas con la caída de la noche. Ahora, cuatro dotaciones de los bomberos, tres brigadas, un coordinador, un agente medioambiental y tres autobombas seguirán trabajando en la zona como mínimo hasta mañana para sofocar las llamas.

El incendio se originó alrededor de las siete y cuarto de la tarde en la zona de la Cabanya, entre los términos municipales de Muro, Benimarfull y Alcosser de Planes. Las llamas, impulsadas por el fuerte viento y la vegetación propia de los barrancos -cañizos y chopos-, avanzó con inusitada rapidez a ambos lados del río Serpis, hasta tomar dirección ascendente a la altura de Alcosser de Planes, una localidad de apenas 250 habitantes.

El fuego calcinó pinos, cipreses y bancales hasta llegar justo a las puertas de las casas, lo que provocó la alarma generalizada en el pueblo. Una densa humareda llenó por completo las calles y, según informaba Juan Manuel Rey, teniente de alcalde de la localidad, «se ha tomado la decisión de desalojar las casas por precaución. Hemos trasladado a la gente a las afueras del pueblo, justo a la entrada del casco urbano, hasta que se ha podido controlar más o menos la situación».

Algunos vecinos, desesperados ante el avance del fuego, intentaron defender sus propiedades utilizando mangueras e incluso vertiendo tierra, en un momento de confusión y nerviosismo. El cementerio quedó sitiado por las llamas, al igual que la zona del calvario, aunque finalmente no sufrieron daños.

Los vecinos empezaron a regresar a sus casas alrededor de las nueve y media de la noche, cuando el incendio, al menos en las inmediaciones de Alcosser, hubo perdido intensidad.

Rey no tenía quejas del operativo de extinción de incendios. «Prácticamente al mismo tiempo que hemos visto las llamas han empezando a descargar agua los aviones y los helicópteros, pero la verdad es que el fuego avanzaba muy deprisa».

El siniestro también pasó bordeando el aeródromo de aviones ultraligeros situado junto al río, y sí que provocó daños de consideración en algunas casas de campo, donde llegaron a arder vehículos.

En la extinción del fuego también participaron voluntarios de ACIF, Protección Civil, Guardia Civil y Policía Local. Anoche el fuego parecía bastante controlado, pero no extinguido. Se desconocía la superficie afectada, aunque todo parecía indicar que era bastante considerable.