La Guardia Civil considera que la muerte de un trabajador de 42 años, vecino de Muro, producida por el ataque de un búfalo en el Safari Aitana el pasado 28 de abril pudo ser por causa de una imprudencia. Concretamente, entiende que otro trabajador pudo haber dejado una puerta abierta, por la que habría entrado el astado, atacando a la víctima, que estaba reparando una valla en ese momento.

Tras semanas de pesquisas, la Policía Judicial de la Guardia Civil entiende que ha centrado los hechos. A criterio de los investigadores, un trabajador autónomo, contratado por el Safari Aitana para una labor concreta, pudo haber dejado abierta una puerta por la que habría entrado el búfalo. Así se habría producido el ataque que concluyó con la muerte de otro trabajador, igualmente contratado por la dirección del Safari para reparar una valla.

Esta misma semana, según ha confirmado la Comandancia de la Guardia Civil de Alicante, este trabajador ha declarado como investigado y puede ser considerado responsable de un delito de homicidio por imprudencia. El atestado ha pasado al Juzgado de Instrucción número 1 que decidirá sobre el futuro del procedimiento y la posible adopción de medidas cautelares, de entenderlo necesario.

La intervención de la Guardia Civil se ha producido como resultado de las investigaciones llevadas a cabo por los agentes del Instituto Armado en el mismo lugar del accidente mortal y de la toma de manifestaciones a otros empleados del safari y al propio investigado, en la misma fecha del siniestro y las semanas que han seguido, todo lo cual ha derivado en la citación como investigado de esta persona.

Se da la terrible circunstancia de que ambos trabajadores son de Muro, ambos tienen 42 años y eran amigos, lo que ha provocado la desolación de esta persona.

Hay que recordar que por estos hechos el Safari Aitana cerró durante tres días y posteriormente reabrió sin los búfalos, que estaban en cuarentena.