Cáritas Interparroquial de Alcoy presentó ayer su memoria anual correspondiente al año pasado, ejercicio durante el cual atendió a 1.597 personas. Del total el 76% son españoles y 589 menores de edad. Esta cifra supone un descenso de cerca del 20% respecto a las 1.975 personas del ejercicio anterior, aunque según la coordinadora de la vicaría, María José Jover, no hay que atribuirlo a que la coyuntura haya mejorado, sino a que la mayor parte de los beneficiarios que han dejado de aparecer en las listas se ha marchado fuera de la ciudad.

Con todo, el dato más preocupante es que la pobreza se está haciendo crónica. El 80% de las personas que acuden a Cáritas en busca de ayuda ya llevan varios años en esta situación, lo que pone en evidencia que para muchos es muy complicado, casi imposible, escapar de la crisis.

El sacerdote delegado arciprestal, Diego Pastor, manifestaba que uno de los sectores más afectados es el de los mayores de 50 años. Según sus palabras, «se han quedado sin empleo y no los contratan, pese a que se trata de personas totalmente preparadas y formadas».

Con todo, también está el lado opuesto, dado que existe un sector de la población que tiene el riesgo de caer en la pobreza y en la exclusión social por la escasa formación, tener una relación en desventaja en el mercado laboral, residir en un hogar monoparental, la pertenecía a una minoría étnica o tener padres con una nacionalidad diferente a la española.

La atención prioritaria de Cáritas continúa siendo la del economato, que facilita alimentos a la mayor parte de las familias. Con todo, cada vez cobran mayor importancia las ayudas relacionadas con la vivienda, hasta alcanzar el 27% del total. Se trata, sobre todo, de atender el pago de recibos como la luz, el gas y el agua, entre otros.

Por otro lado, hay que resaltar que 35 personas se han formado para la atención a la dependencia y en un curso de agricultura ecológica gracias al proyecto Empleat, 16 de las cuáles han logrado reinsertarse laboralmente.

Asimismo, ha destacado la labor de las 151 personas voluntarias que colaboran con Cáritas, mientras que en el aspecto económico, incidió el delegado arciprestal, Santiago Segura, se han destinado 102.253 euros a ayudas en forma de alimentos o a través del economato, así como al pago de suministros y vivienda. También a educación y medicinas.

En el terreno de los ingresos, más del 98% de lo recaudado el año pasado, 109.333 euros, provino de fondos propios, a través de donativos y colaboradores, las colectas de cada segundo domingo de mes y la que se celebra en todas las parroquias el Día de la Caridad.

Desde Cáritas se hace un llamamiento a la sociedad a colaborar para ayudar a estas personas a salir de esta situación.