Castalla deja atrás un intenso fin de semana en el que ha recibido a miles de visitantes con motivo de la Feria de San Isidro. Vecinos de localidades de la Foia y de otras comarcas de la provincia pasearon por el centro de la localidad para conocer la oferta de los 300 expositores -entre automoción, alimentación o artesanía- además de participar y disfrutar de los diferentes actos programados.

El certamen cerró anoche sus puertas y hoy tocaba realizar un balance. El alcalde, Antonio Bernabéu, valora «muy positivamente» el desarrollo de la Feria que ha acogido a una «gran afluencia» de visitantes y «el tiempo nos ha acompañado». Desde el Ayuntamiento subrayan esta amplia respuesta de asistentes a un certamen que contó con la participación de 300 vendedores. «Tuvimos la ocasión de hablar con ellos y nos destacaron que habían detectado más alfuencia de gente» respecto a la edición del año pasado además «estaban contentos».

La XXIV Feria de San Isidro ya es historia y ahora la organización ya mira a la próxima convocatoria en la que este importante certamen celebrará sus bodas de plata. «Para el año que viene -añadió el primer edil- ampliaremos el número de atracciones y en cosas» la oferta de este evento que, un año más por estas fechas, ha sido el epicentro comercial y cultural de las comarcas del interior de la provincia.