Las tropas cristianas pisaron ayer con fuerza las calles de Muro con motivo de su entrada y de su presentación ante los vecinos y visitantes. Los guerreros de la Cruz ofrecieron un desfile lleno de color, originalidad y música que arrancó al ritmo marcado por los Piratas.

Esta filà encabezó el séquito con el despliegue de varias escuadras especiales en las que el denominador común fue el elemento de la calavera. Esta es la distinción de la formación y así quisieron ayer que tuviera su protagonismo. La esquelética figura acompañaba a los sombreros, cinturones o trajes que lucieron los festeros.

Los Piratas desembarcaron de sus grandes navíos y cargados de sus característicos cofres fueron a por el objetivo de conquistar estas tierras. Asimismo, durante el boato se pudo ver la representación de la captura de cristianos por parte de las huestes mahometanas y un grupo invitando a licores al público. Una reunión de sabios piratas y dos ballets evocando a las olas y otros elementos del mar abrieron paso al jefe. El capitán cristiano, Juan Balaguer, llegó a la villa sobre una gran embarcación. El protagonista, sonriente y sin cesar de saludar, iba vestido con un espectacular traje que combinaba el metal dorado con el tejido rojo, característico de la formación a la que representa: la Filà Pirates.

El despliegue cristiano siguió gracias a la entrada de los festeros de la Filà Mare de Déu y Maseros al compás del aplauso de los espectadores y de las marchas cristianas. Los integrantes de esta última formación lucieron hasta tres diseños diferentes en los que primaron pantalones plisados y los colores rojo y amarillo.

Los componentes de la Filà Arquers también eligieron unas indumentarias especiales -con protagonismo de los metales y las plumas- para recorrer las principales calles de la villa mientras que el Contrabando también vistió sus mejores galas. En esta formación se pudo ver al conseller de Economía Sostenible, Rafael Climent, que desfiló ante sus convecinos.

Los festeros estuvieron arropados por miles de personas que se congregaron a lo largo del itinerario. Mureros y habitantes de otras poblaciones de El Comtat, l'Alcoià o la Vall d'Albaida se dieron cita en este acto que cerró la Filà Templaris. La formación cristiana se presentó con un singular y bonito despliegue que contó con el protagonismo de su abanderado, David Catalá.

Miles de personas, entre las que estaba la consellera de Agricultura, Elena Cebrián, diputados y alcaldes de las comarcas, tributaron con grandes ovaciones al séquito de Jaume I que llegó ayer a la localidad exhibiendo su poder. Muro espera hoy la llegada de las tropas moras.

Pero antes se celebrarán los actos en honor a la Virgen de los Desamparados. La imagen ya está en la iglesia tras «La Baixà».