El Ayuntamiento de Alcoy ha autorizado 48 terrazas de bares y restaurantes en los primeros cuatro meses de este año, tras constatar que cumplen con las directrices que marca la ordenanza. Desde el gobierno municipal, con todo, se advierte que con la llegada del buen tiempo se intensificarán los controles para evitar que se vulneren las normas.

El concejal de Urbanismo, Manolo Gomicia, informó ayer que 48 establecimientos de la ciudad ya tienen la autorización o están a punto de conseguirla para instalar terrazas y veladores. Del total, 39 contaban ya con este permiso en 2015 y lo han renovado, mientras que otros tres se encuentran en trámites. Además, se han concedido seis nuevas autorizaciones que en 2015 no existían, una de ellas en el casco antiguo, dos en la Alameda y tres en la Zona Norte.

Desde el departamento de licencias se hace un recordatorio a principios de año de la obligatoriedad de renovar la autorización para veladores y terrazas a principios de año para poder cumplir la ordenanza.

Gomicia destacaba en este sentido que «con el censo de los establecimientos autorizados y coincidiendo con la llegada del buen tiempo, se intensificarán los controles por parte de la Policía local para garantizar que todos los establecimientos compiten en igualdad de condiciones y que los vecinos también tengan asegurados sus derechos. Recordamos por tanto a los que todavía no han solicitado el permiso que lo deben tramitar de forma urgente».

El concejal de Urbanismo resaltaba, además, que el de las terrazas «es un tema complejo que provoca muchos problemas en casi todas las ciudades, por eso creo que nos podemos sentir orgullosos en Alcoy de la manera en que lo hemos regulado».

De hecho, considera que la ordenanza, aprobada en diciembre de 2014, «ha sido una herramienta muy importante para ayudar a regular el uso del espacio público por parte de los establecimientos hosteleros y, al mismo tiempo, garantizar que los vecinos también tengan derecho al descanso y al uso de la calle».

La normativa, en concreto, fomenta la accesibilidad a las terrazas, establece la obligatoriedad de informar al público de su capacidad y exige en determinadas ubicaciones una valla coherente con el mobiliario urbano y que ofrezca seguridad a los clientes.