El Consorcio de las Comarcas Centrales Valencianas, organismo que integra a ayuntamientos y mancomunidades de l'Alcoià, El Comtat, la Foia de Castalla, la Marina Alta, la Vall d'Albaida, la Safor, la Costera y la Canal de Navarrés, iniciaba la pasada semana una nueva andadura tras diez años de inactividad. El organismo, con el respaldo de empresarios, sindicatos y universidades, trata de configurarse como un «lobby» de presión para atraer a este territorio las inversiones que le han sido negadas históricamente.
El consorcio vuelve a la actividad con un espíritu claramente reivindicativo...
Estamos hablando de unas comarcas que no han recibido la atención que merecen atendiendo a su peso específico tanto a nivel demográfico como de aportación al producto interior bruto de la Comunidad. Hablamos de más de 600.000 habitantes y de un tejido económico de gran importancia a nivel industrial y turístico.
¿Qué ocurrió para que fracasase la primera etapa del organismo?
Hubo diversos factores, pero el principal fue que cuando se constituyó las administraciones no lo respaldaron debido a que no se confiaba en esta fórmula colaborativa. Es más, se veía incluso como una amenaza.
¿El embrión de una cuarta provincia?
Nada más lejos de la realidad. De hecho, queremos dejar claro que el Consorcio no renace ni mucho menos como un contrapoder. Lo que buscamos es colaboración y entendimiento, y promover proyectos que nos unan. Afortunadamente, ahora contamos con el apoyo explícito del presidente de la Generalitat, Ximo Puig, que sí cree en las comarcas y la colaboración entre administraciones.
¿Cuáles son los factores que han dejado sin inversiones a este territorio?
Las capitales, sobre todo Valencia, se han llevado toda la atención de la políticas públicas en detrimento del resto de la Comunidad. Las políticas de industrialización han brillado por su ausencia y tampoco focos turísticos de extraordinaria importancia como los que tenemos aquí han merecido la atención. Por ello nuestro objetivo es acabar con la dinámica de discriminación que ha venido sufriendo este territorio.
Sin embargo, no parecen estos buenos tiempos para lograr inversiones, atendiendo a la compleja situación económica tanto del Estado como de la Generalitat...
Las oportunidades se abren en los fondos europeos, dado que desde la UE se ven con muy buenos ojos las propuestas que surgen desde la cooperación territorial. En cuanto al ámbito estatal y autonómico, el Consorcio renace con voluntad de permanecer en el tiempo y que, gobierne quien gobierne, prosiga su actividad.
¿Cuáles son los objetivos prioritarios?
De entrada vamos a poner en marcha un consejo económico y social con el objetivo de involucrar a la sociedad en general, los sectores económicos y las universidades. A partir de ahí buscaremos proyectos comunes que deriven, por ejemplo, en una mejora de las infraestructuras, como es el caso de la modernización del tren Alcoy-Xàtiva o la finalización de la autovía entre Gandia y l'Olleria. También queremos incidir en la nueva ley de comarcalización que prepara el gobierno autonómico.
La mayoría de ayuntamientos que integran el organismo son de izquierdas. ¿Puede eso discriminar al PP?
La junta de gobierno está formada por todos los partidos, porque, insisto, debe funcionar gobierne quien gobierne.
