Onil celebró ayer el Primer Dia de Trons con las primeras guerrillas. La «Ballà de les Banderes» volvió a destacar en una jornada marcada por el disparo de arcabucería y el fuerte olor a pólvora que impregnó la población, aunque por la tarde la Guerrilla se suspendió por la lluvia

Las Fiestas de Moros y Cristianos de Onil continúan su curso. Las primeras guerrillas entre los bandos moro y cristiano marcaron el Primer Dia de Trons, una jornada que arrancó a las ocho de la mañana con el Pasacalle-Diana de todas las bandas de música.

La Misa de les Filaes, celebrada a las nueve, dividió a los bandos, acudiendo las comparsas cristianas a la iglesia y las moras al convento. A la salida, los cargos y demás festeros acudieron con las bandas de música a la plaza del Carmen donde, tras el tradicional disparo de salvas, tuvo lugar la «Ballà de les Banderes», acto que congrega año tras a año a numerosos espectadores, siendo uno de los más destacados del programa.

Por la tarde, la Guerrilla se suspendió por la lluvia, pero sí se pudo realizar la Embajada, con las tropas de la cruz asomadas a las ventanas del castillo y las huestes moras frente al mismo.

Una vez más, el disparo de arcabuces y la «Ballà de les Banderes» dieron por cerrado un día en el que las calles Onil se impregnaron del fuerte olor a pólvora y quedaron en silencio por los estruendos de las armas.

Así pues, hoy arranca una nueva jornada para els colivencs con el Segundo Dia de Trons, destacando el recorrido que las comparsas seguirán esta tarde desde la avenida de la Constitución hasta la plaza del Carmen.