Alcoy dedica la segunda jornada de la Trilogía de las fiestas de Moros y Cristianos a rendir honores a su patrón San Jorge. El día está repleto de actos de gran fervor y emotividad, empezando por la matutina Procesión de la Reliquia. Como manda la tradición, el niño Sant Jordiet, en este caso Juan Anduix Martínez, hizo su debut en la celebración, cosechando los mejores aplausos del público. Un año más, la figura que encarna al patrón alcoyano fue recibida por una colorista alfombra de flores a su llegada a la calle San Lorenzo.

Tras la intesidad del día de las Entradas, donde miles de espectadores disfrutaron con el espectáculo bgrindado por las filaes de ambos bandos, ayer el recogimiento y el fervor se apoderaron del programa de actos de las fiestas. En el día de San Jorge, las procesiones y los actos religiosos toman el protagonismo, así como el niño Sant Jordiet, Juan Anduix Martínez, que ayer hizo su debut en la Trilogía.

A las once de la mañana, cuando ya se apagaban los ecos de la Segunda Diana, arrancó en la iglesia del patrón la procesión de la Reliquia, un acto muy seguido por los alcoyanos, toda vez que además de brindar la oportunidad de ver por primera vez a la figura que encarna el patrón, también permite observar más de cerca los trajes que visten los cargos festeros. Capitanes y alféreces, cubriendo el recorrido a pie, lucieron sus mejores galas, al gual que sus damas y favoritas, así como los caballeros y emires.

Precisamente ellos fueron los encargados de abrir la comitiva, junto a los abanderados de las distintas filaes moras y cristianas. Un atractivo preámbulo para el momento más esperado de la mañana, el debut de Juan Anduix Martínez, de la Filà Asturianos, como Sant Jordiet en la Trilogía. Lucía un elegante traje en el que destacaban la coraza en oro antiguo, así como el casco rematado por un enorme penacho rojo; justo el mismo color que lucía en la capa. La bandera con la insigne cruz del patrón remataba la estampa. Como no podía ser de otra forma, fue recibido por el público con calurosos aplausos, a los que Sant Jordiet respondía saludando con la mano.

El momento más emotivo y bello al mismo tiempo volvió a ser una vez más el paso por la calle San Lorenzo. En una iniciativa instaurada hace años por la Filà Benimerines, que la mantiene inalterable por su gran aceptación, el público recibió al niño con una colorista lluvia de claveles, que se transformó en alfombra floral a medida que la procesión iba avanzando.

Justo detrás llegaba la Reliquia de San Jorge portada a hombros, así como el arzobispo de Valencia, el cardenal Antonio Cañizares, que presidió tanto este acto como la posterior misa que se encargó de oficiar en la iglesia de Santa María.

Cerraban la procesión los representantes de la Asociación de San Jorge, concejales y demás autoridades, entre las que se encontraban el alcalde, Antonio Francés; la presidenta del PP en la Comunidad Valenciana, Isabel Bonig; la diputada nacional del PSOE, Patricia Blanquer; la directora general de Industria, Julia Company; y el diputado autonómico popular Fernando Pastor.

El acto discurrió por el intinerario habitual, todo él repleto de espectadores, entre las iglesias de San Jorge y Santa María rodeando la plaza de España. Un solemne prámbulo para la Procesión General de la tarde, que contaría con una elevada participación por parte de los festeros de las distintas filaes que protagonizan las fiestas de Moros y Cristianos.