La Filà Realistes celebró ayer una Diana Vespertina especial. Y es que en esta Trilogía, la formación mora cumplía 25 años desde que protagoniza el alegre y simpático desfile con los caballos de cartón y, un año más, en la tarde del día de San Jorge, los festeros ejecutaron muy bien la característica coreografía.

Sobre las seis de la tarde, y desde la Font Redona, se inició el acto con los miembros de los Realistes realizando un cordón humano para arropar a sus compañeros. Un gesto que ya hicieron en la primera edición, allá en las Fiestas de 1992, y que en este 2016 quisieron repetir para celebrar la efeméride.

Unos metros más atrás, iban diecisiete Realistes completando los pasos que iba marcando el cabo. El numeroso público que se congregó en la calle San Nicolás y en la plaza de España les dedicó muchos aplausos y éstos correspondieron con «cariñosos» saludos con sus singulares caballos.

Esta diana, según la información recabada, nació con la intención de recordar los orígenes de esta formación de las huestes de la media luna y de ofrecer un acto más en la jornada dedicada al patrón; gracias al trabajo de sus festeros, se ha ido consolidando y en esta Trilogía ha cumplido su 25 edición.

Los protagonistas estuvieron acompañados durante el recorrido por la Unió Musical Albaidense L'Aranya y, al finalizar la Diana, los festeros y los músicos posaron delante del castillo de Fiestas, situado en la bandeja de la plaza de España, para realizarse una foto de familia como recuerdo de estas «bodas de plata» de la Diana Vespertina del Cavallet a cargo de los Realistes.

Pero este acto también cuenta con la participación de una segunda filà. Los Berberiscos, asimismo, desfilaron ayer por la tarde por la calle San Nicolás y la plaza de España, hasta llegar a las puertas del Ayuntamiento, al son del pasodoble interpretado por la Societat Instructiva Real de Gandía.

Los Bequeteros deleitaron a los espectadores que aguardaban en estas vías públicas del centro de la ciudad con sus circulares movimientos cogidos de los caballos de cartón. El público les tributo una fuerte ovación.

La alegría de este acto, que cada edición cuenta con más adeptos, marcó el preámbulo de la procesión general en honor a San Jorge en una tarde entre nubes y claros.