Alcoy interpretó ayer su Himno más internacional, una pieza que fusionó los acordes más genuinos de la fiesta con la batuta de un «dolçainer» llegado del país de sol naciente. El japonés Hiroshi Fujii se convirtió ayer en el protagonista indiscutible del acto con el que arrancaban los Moros y Cristianos, dirigiendo con gran emotividad a los músicos de las 22 bandas que participaron en el evento, así como a los miles de alcoyanos que abarrotaban la plaza de España. El público, con su caluroso aplauso, agradeció la pasión puesta por Hiroshii, que se ha integrado por completo en la ciudad y sus costumbres.

Cuando el Ayuntamiento designó a Hiroshi Fujii para dirigir el Himno de Fiestas ya estaba cantado que iba a ser, más si cabe de lo que suele ser habitual en el encargado de tal misión, el gran protagonista del acto. El músico japonés, que llegó a Alcoy hace años para estudiar guitarra de la mano del maestro José Luis González, se integró rápidamente en las costumbres y tradiciones locales, y como no podía ser de otra forma, también en las Fiestas. Aprendió «dolçaina» hasta convertirse en uno de los maestros más destacados de este instrumento, participando activamente en los Moros y Cristianos. De ahí el reconocimiento del Consistorio, que ayer también lo fue de los miles de alcoyanos que asistieron a la interpretación del Himno.

Hiroshi, que ha vivido con gran intensidad los días previos a las fiestas, se encontraba ayer especialmente nervioso momentos antes del acto. «Estoy muy emocionado, llevo meses preparándome, pero es una responsabilidad muy grande», afirmaba acompañado por su padres y demás familiares venidos de Japón, algunos de los cuales vestían kimono como corresponde en un día tan señalado.

Con todo, lo mejor aún estaba por llegar; fue a las siete y media en punto cuando en la avenida País Valencià arrancaba el desfile de las 22 bandas de música que finalmente confirmaron su participación en el acto. La Unió Musical de Agres fue la primera en arrancar, siguiéndole a continuación el resto de formaciones musicales ante una calle San Lorenzo y una plaza de España que ya se encontraban totalmente abarrotadas de público.

Las últimas bandas en llegar a la «Bandeja» fueron las locales, concretamente la Agrupación Musical Serpis, la Corporación Musical Primitiva, que acompañaba al director del Himno, la Unión Musical y la Nova, junto a la que hizo su entrada en la plaza de España el niño Sant Jordiet, Juan Anduix Martínez.

En medio de una nube de fotógrafos, Hiroshi Fujii recibió la batuta de manos precisamente del niño que se encargará de representar al patrón de la ciudad durante los festejos. Justo en ese momento el rumor del público ya expresaba la emoción que se respiraba en el ambiente.

La subida al estrado del músico japonés vino acompañada por un estruendoso aplauso, que se intensificó todavía más cuando a su señal empezaron a sonar los inconfundibles acordes del Himno de Fiestas.

La multitud presente en el acto entonó el «Nostra Festa ja...» como una sola voz, mientras Hiroshi Fujii apenas podía reprimir las lágrimas desde su privilegiado lugar como director de las miles de almas que lo rodeaban.

La conclusión de la pieza entre fuegos artificiales fue ya todo un éxtasis, con el público irrumpiendo en una larga y calurosa ovación y un músico japonés que desde ayer ya lleva acuñado en su corazón a sangre y fuego el título de alcoyano de adopción.