En el verano de 2009, Salud Pública atribuyó a las máquinas que efectuaban trabajos de asfaltado de calles en Alcoy, el origen de un brote de neumonía por legionela que por aquellos días afectaba a la ciudad. Desde entonces, cualquier tarea de estas características que se acometa en Alcoy, requiere el preceptivo permiso de la Conselleria de Sanidad, en el que se corrobore que la maquinaria cumple con el protocolo de prevención establecido.
Y esto le está sucediendo estos días al puente Fernando Reig, que está en proceso de reparación integral, como se viene informando. Fomento, la empresa constructora -IMESAPI, de Madrid- y el Ayuntamiento tienen el objetivo de que el puente pueda tener dos carriles activos, uno en cada sentido, para facilitar el tráfico durante las próximas Fiestas de Moros y Cristianos, pero falta el asfaltado. «Estamos a al espera de que Sanidad otorgue el permiso, por la legionela», ha explicado el alcalde Antonio Francés a este diario.
Tras el brote de legionela de 2009, Salud Pública estableció una serie de requisitos para el asfaltado en Alcoy, especialmente el uso de agua tratada y fría, que obliga a utilizar maquinaria con unos depósitos especiales, todo ello con el fin de dificultar la difusión de la bacteria. Una vez se han planteado los requisitos, Salud Pública debe verificarlos y aprobarlo, en su caso. En el momento en que esto ocurre, el asfaltado se puede poner en marcha, lo que también ocurrirá en este caso.
Lavacoches
Al verano siguiente, se registró otro brote que, en esta ocasión, fue achacado a instalaciones de lavacoches, que fueron precintadas. También en este caso se efectuó un protocolo y los recintos sólo pudieron reabrir una vez se cumplieron sus requisitos. El baldeo de las calles, además, está estrictamente controlado y apenas se puede realizar, lo que dificulta la limpieza viaria.
