El Ayuntamiento de Alcoy y la Conselleria de Sanidad han entablado conversaciones con el objetivo de reabrir las fuentes de la ciudad tras cumplirse casi un año y medio sin casos de legionela. El alcalde, Antonio Francés, pretende poner en funcionamiento los surtidores en que mantener la cloración no suponga un fuerte desembolso. El resto, posiblemente, serán transformados en áreas ajardinadas para evitar que sigan degradándose.
Las fuentes de Alcoy permanecen cerradas desde que en 1999 empezaran hasta 17 brotes de legionela, además de los considerados casos aislados. La situación, sin embargo, ha tendido a normalizarse en los últimos tiempos, hasta el punto que la ciudad no registra brotes desde 2014, y ni siquiera casos aislados desde ese mismo momento.
Sin embargo, las fuentes, salvo reaperturas esporádicas, han continuado cerradas dentro de las medidas preventivas que se siguen manteniendo en la actualidad.
Llegados a este punto de normalidad epidemiológica, el Ayuntamiento ha entablado conversaciones con la Conselleria de Sanidad con el objetivo de proceder a la reapertura de los surtidores, al menos de aquellos en que resulte asequible para las arcas municipales mantener un nivel elevado de cloración.
El alcalde, Antonio Francés, manifestaba que «el problema radica en que se tienen que llevar a cabo una serie de inversiones para adaptar los mecanismos de funcionamiento de las fuentes y que mantengan en todo momento una cloración adecuada. Es por ello por lo que tenemos que analizar los costes, para ver hasta dónde podemos llegar».
El objetivo del gobierno municipal pasa por concretar los surtidores en que por sus características o emplazamientos resultaría factible llevar a cabo la inversión requerida. El resto, podrían reconvertirse en áreas ajardinadas. Según Francés, «lo que no tiene mucho sentido es mantenerlos en la situación actual, dado que aparte de deteriorarse, se convierten en un nido de suciedad».
Respecto a los plazos que se manejan en este sentido, el alcalde manifestó que aún no se han concretado las fechas. «No parece -dijo- que resulte lo más adecuado reabrirlos de cara a la temporada de verano, que es cuando más riesgo existe de propagación de la bacteria por las elevadas temperaturas».
