El yacimiento arqueológico de el Puig se sitúa a casi 900 metros sobre el nivel del mar, en un punto casi infranqueable y de fácil defensa, por lo que estuvo ocupado durante bastante tiempo; de hecho, hoy se cree que lo estuvo durante la mayor parte del primer milenio antes de Cristo. Su existencia como «vestigio del pasado» se conoce desde antaño; de hecho, el Padre Picher ya lo citaba en su famoso «Cronicón» del siglo XVIII, pero considerando que fue una fortaleza medieval. A principios del siglo XX empezó a revelarse que pertenecía a la Edad del Bronce y la época de los Iberos y hoy, de la mano del propio Segura y de Ignasi Grau, de la Universidad de Alicante, sigue revelando verano a verano sus secretos y las ruinas, consolidándose. M. C.