Habría que remontarse a 1987 para la primera interpretación de la «Novena» en Alcoy, pero esta vez no se ha repetido el sabor amargo que dejó en su día la primera; más bien todo lo contrario. «La verdad es que estamos muy contentos, porque ha sido un esfuerzo muy grande, con diez ensayos y el nivel final ha sido muy alto», manifestó ayer, visiblemente satisfecho, Alfonso Jordá, presidente de la Asociación de Amigos de la Música.

El público respondió a la llamada y, de hecho, el Calderón rozó el lleno absoluto para el evento, a cargo de la St. George Symphony Orquestra Project, el Orfeó Valencià Navarro Reverter y los solistas Luca Espinosa, soprano; Alicia Berri, mezzosoprano; Javier Franco, barítono, y Nester Martorell, tenor. De la dirección del coro se ocupó Josep Lluís Valdecabres, mientras que el responsable del general fue Francesc Estèvez.

El ritmo de la velada fue «in crescendo» conforme se sucedían los movimientos, hasta llegar a la apoteosis del cuarto, en el que el coro, la orquesta y los solistas perfectamente conjuntados ofrecían un recital que el público aplaudió a rabiar al final. «Todo ha quedado muy bien y el nivel ha sido muy alto», destacó Jordá.

En los prolegómenos del evento, se anunció que el próximo 7 de mayo habrá un recital de la mezzosoprano María José Montiel, en el transcurso del cual se ofrecerá un homenaje a Teresa Berganza, cuya presencia está por el momento confirmada.