Exprofesor del IES Batoy y el IES Andreu Sempere, jubilado prematuramente por enfermedad, Rafael Hernández ha combinado sus trabajos previos sobre las elecciones en Alcoy en la Segunda República con los medios contemporáneos tecnológicos actuales que, por ejemplo, permiten consultar desde casa el archivo del Congreso de los Diputados, para lograr su objetivo académico. El director de la tesis ha sido el catedrático de Historia Contemporánea de la Universidad de Alicante (UA), José Miguel Santacreu Soler, también alcoyano.
¿Por qué este tema?
Porque ya había investigado las elecciones en la Segunda República y publicado varios artículos en la Revista de Fiestas de Moros y Cristianos, por lo que lo conocía y además era una labor que nunca se había hecho. Siguiendo un orden cronológico, empecé describiendo las características orográficas, industriales, de población y entidades financieras, etc., todo ello con un pequeño esbozo previo de la época de Primo de Rivera.
¿Cómo arrancó en Alcoy?
Hubo una batalla municipal entre Republicanos (entre los que había de todo, desde gente de derechas a la de izquierdas) y Monárquicos, pero los primeros arrasaron en Alcoy. De 31 concejales consiguieron 19, que fueron todos los que se presentaron, y los otros, 12. Por cada 3 votos republicanos hubo 1 monárquico. A partir de ahí, se creó una junta revolucionaria y el Ayuntamiento proclamó la República. Cerraron las fábricas y la gente salió a las calles, cantando La Marsellera en un ambiente de fiesta; había preocupación por el ejército, pero al día siguiente el coronel sacó la banda de música militar a la calle. Da la casualidad de que se eligió alcalde por unanimidad a Antonio Francés, que era del partido radical, de derechas, pero duró poco tiempo porque dimitió por las desavenencias internas de los republicanos.
¿Hay particularidades en la historia alcoyana de la época?
La verdad es que Alcoy rompe algunos esquemas habituales en España. Siempre se ha dicho que en 1933 la derecha se hizo con el poder porque los anarquistas no votaron y las mujeres lo hicieron a la derecha. Aquí he podido constatar que los anarquistas votaron y desde luego no creo que las bambuneras y las trabajadoras de La Mistera votaran a la derecha. Esto puede haber ocurrido en otros sitios, pero aquí está verificado. También he corroborado que por entonces se votaba a la gente, aunque cambiara de partido, como por ejemplo le ocurrió a Botella Asensi. En cambio, en 1936 Moltó, que había sido alcalde, sacó 3 votos, supongo que el suyo, el de su mujer y el de su hijo, por decir algo. Una curiosidad es que la derecha de Alcoy hizo primarias en 1935, porque decían que el candidato a diputado lo tenían que nombrar los militantes y no la dirección nacional.
¿Cómo se vivió aquí el 18 de julio de 1936?
Aquí, como siempre, los anarquistas fueron por libre. Lo primero que hicieron fue convocar una huelga general local contra el golpe nacional, que pienso tendría poco sentido. Lo que sí está claro es que Evaristo Botella evitó que el cuartel se sumara al golpe, lo cual evitó seguramente un baño de sangre.
¿Las demoliciones de las iglesias ya se prepararon antes de la contienda?
Ese fue un tema exclusivamente de la guerra, pero durante la Segunda República el Ayuntamiento y la Iglesia vivieron un conflicto, sobre todo por los edificios de San Francisco y San Agustín, que eran de propiedad municipal. El consistorio pidió que se los devolvieran y hubo un conflicto jurídico; al final, el Ayuntamiento se los apropió, pero no los precintó, lo que hizo que la gente los asaltara y rompiera bancos, figuras, archivos... Aquí creo que el Ayuntamiento se equivocó.
¿Tiene intención de publicar el estudio?
Por lo menos estoy intentándolo, a fin de que pueda difundirse y para ello estoy en contacto con el Ayuntamiento. Espero que se pueda conseguir porque es el primer estudio de la época.
