Ampliar las consultas disponibles, sobre todo en Atención Especializada, y renovar tecnología obsoleta son las prioridades de actuación que se ha fijado el nuevo equipo directivo del Departamento de Salud de Alcoy, cuya máxima responsable es la gerente Roser Falip. Desde finales de noviembre, Falip y el equipo que va configurando trabaja para conducir el conjunto de la sanidad comarcal.

«Soy una guerrera e intentaré arreglar lo que pueda, sin eternizarme en el cargo, porque no son puestos para un trabajo fijo, sino de movimiento permanente», explica Falip. Desde finales de noviembre está al frente del «barco» de la sanidad en lo que al Departamento de Salud número 15 se refiere y el balance inicial considera que es positivo. «El equipo que tenemos conoce el Departamento y a nuestra llegada ni funcionaba mal ni tenía grandes problemas, ni económicos, ni organizativos ni sanitarios. Nosotros empezamos a trabajar bajo la premisa de que había cosas de que se podían cambiar y mejorar y desde entonces estamos actuando así, sin tocarse, dejando como está lo que funcionaba bien», afirma la gerente.

De entrada, las primeras prioridades pasan por «adecuar la oferta a la demanda y basarla en cifras y porcentajes de población reales, con el fin último de mejorar la atención y la satisfacción de los enfermos y usuarios. La realidad es que la población se reduce desde que empezó la crisis y tenemos 136.000 habitantes, mientras que las expectativas de planes anteriores superaban los 168.000, sobre todo porque se anticipaba un "aluvión" de residentes extranjeros. Ahora tenemos una significativa caída de la natalidad y un envejecimiento notable de la población, lo que nos obliga a cambiar el sistema en toda la comarca; hay que reorientarlo hacia la cronicidad y el envejecimiento, lo que es prioritario».

Para apostar por el carácter «crónico» de los pacientes, Falip considera necesario «efectuar la integración entre Primaria y Especializada, potenciando la circulación de profesionales y movilizándolos por los distintos dispositivos del Departamento». En cuanto a la situación de las plantillas y las vacantes, señala que «no estamos mal dotados; deberíamos crecer, pero con la disminución de la población casi tenemos suficientes. Tampoco necesitamos grandes infraestructuras nuevas, que además ahora son inviables desde el punto de vista económico, pero hemos de invertir en renovación tecnológica, en formación de los profesionales y también nos haría falta más espacio para consultas. Por último, sería necesario algo más de plantilla, pero a corto plazo nos hace más falta ampliar el número de consultas e invertir en renovación tecnológica».

El espacio es necesario «porque los centros de salud están congestionados; se han quedado pequeños. En Atención Especializada necesitamos algún médico más, pero si tuviéramos más espacio para consultas podríamos mejorar la atención y la satisfacción de usuarios y profesionales».

En cuanto a las listas de espera en Atención Especializada, afirma que existen en algunas secciones, pero que «a veces se necesita eficiencia en la organización». En ese sentido, señala que «hemos pedido a la Conselleria de Sanidad que nos incluya en el plan de dignificación, para rehabilitar y adecuar espacios que ahora no se usan, para poner más consultas en el Hospital Virgen de los Lirios. Además, se ha previsto rehabilitar espacios en el centro de salud de Onil, en la Fábrica, «y pronto van a comenzar las obras de ampliación del centro de salud de Cocentaina», que ya están adjudicadas.

En lo que se refiere a las listas de espera quirúrgicas, Falip detalla que «hemos hecho un esfuerzo importante de averiguación, porque las que había no eran reales. Hay hasta años de espera en algunos casos, pero no estamos muy mal en relación con otros departamentos. Ahora estamos gestionando que las listas reflejen la demora real y sean transparentes y el conjunto del Hospital está haciendo un esfuerzo para que la situación se normalice cuanto antes. Lo que está claro es que no volveremos a tener los recursos que teníamos, por lo que tenemos que racionalizar y repartir en función de las necesidades».