Casi en un visto y no visto, pero con suspense tras las ausencias en comparecencias anteriores, Ortiz acabó declarando ante el magistrado por las cuentas del Teatro Calderón. Sonriente ante la prensa, pero con el rostro serio, Ortiz se vio obligado a llamar al timbre del juzgado para poder acceder. El Palacio de Justicia de Alcoy abre al público a las 9.01 y el constructor y su abogado llegaron unos minutos antes, por lo que tuvieron que aguardar a las puertas hasta la hora citada. M. C.