El juguete reclama un mayor control de las falsificaciones para acabar con las graves pérdidas que ocasionan al sector tanto a nivel económico como de empleo. Así se puso de manifiesto en la asamblea general de la Asociación Española de Fabricantes de Juguetes (AEFJ), en el transcurso de la cual la OAMI presentó una herramienta que ayuda a los cuerpos y fuerzas de seguridad a identificar los productos ilegales.

El sector celebró ayer en Madrid la 50 edición de su asamblea general, tras un año de recuperación en que las ventas nacionales se han incrementado un 5,8% y la exportación un 20,3%.

Uno de los asuntos abordados fue el de la falsificación de los juguetes, que se ha convertido en uno de los principales problemas para la industria juguetera. Tal y como ya avanzó este diario, un estudio realizado por la OAMI situaba las pérdidas anuales por este factor en el 16,6% de la facturación de las empresas españolas. Además, también se destruye cada año un 13,7% del empleo.

El presidente de la AEFJ, José Antonio Pastor, llamaba la atención sobre el fuerte impacto de este fenómeno. «En España hablamos de más de 160 millones de euros anuales de pérdidas, lo que supone la facturación de una gran empresa», lamentaba.

Ante estas cifras, el sector, además de reclamar a las autoridades competentes un mayor control, conoció ayer algunas de las herramientas con las que cuenta para proteger sus productos y ofrecer mayor seguridad al consumidor. En este sentido, Blanca Arteche, de la propia OAMI, prsentaba en la asamblea la herramienta desarrollada por el observatorio europeo de las vulneraciones de los derechos de protección industrial e intelectual, destinada a ayudar a los cuerpos de seguridad del estado, así como a las aduanas, en su labor de identificar a los titulares de los derechos de propiedad industrial y así verificar si un producto que está en el mercado o que pretende entrar en él, es una falsificación.

En el marco de la propia asamblea, Fernando Pérez, de NPD Group, realizó un análisis sobre el mercado del juguete europeo, destacando las principales tendencias en cada país, como el aumento de la categoría de juegos de construcción y el éxito de las licencias de Star Wars, Frozen y Paw Patrol.

Pérez destacaba también el aumento en 2015 del mercado europeo, con un crecimiento del 5% que ha permitido alcanzar los 12.800 millones de euros. Unos datos positivos, que suponen una oportunidad para el juguete espeñol, reconocido por su calidad, diseño y seguridad en el mercado internacional.

Otro de los asuntos abordados en el foro de ayer fue la irrupción de la tecnología en el mundo del juguete, con la creación de nuevas modalidades y escenarios de juego. Irene Sanz, de BQ, enfatizaba que «los niños de hoy en día nacen con la tecnología bajo el brazo. No tiene por qué reemplazar a los juguetes tradicionales, pero cuenta con el potencial para extenderlos, y hacerlos más entretenidos, atractivos y educativos».

Francisco Pérez, secretario general del Instituto Nacional de Ciberseguridad, insistió por su parte en la necesidad de trabajar por la confianza digital en los juguetes desde la prevención, invirtiendo en programación segura, privacidad en el diseño y realizando auditorías externas.

Destacar que la AEFJ también entregó ayer sus premios Pajarita, reconocimiento que se entrega a medios de comunicación y personalidades que apoyan la imagen del juguete. En esta ocasión han recaído en Informativos Telecinco, Revista Actual Bebé, El Mundo y Álvaro Bilbao. María Canal, de la Universidad de Cantabria, recibió el premio al mejor trabajo fin de master sobre el juego.