Una empresa especializada inició ayer, con el apoyo de maquinaria pesada, los trabajos de derribo de las naves en ruinas de la zona de La Beniata, en Alcoy, cuya degradación se acentuó hace ahora diez meses por causa de derrumbes internos. Esta situación de inestabilidad obligó a clausurar por seguridad la acera colindante y un carril al tráfico, una situación que se mantiene.

El Ayuntamiento de Alcoy había adjudicado los trabajos, como recordaba ayer el teniente de alcalde responsable del área de Urbanismo Manolo Gomicia, a principios de diciembre, pero su inicio se ha demorado por un problema administrativo: la tramitación del permiso de Carreteras se complicó y no estuvo disponible hasta la semana pasada. «Este trámite era imprescindible porque se necesita utilizar la calzada», dijo.

Una vez resuelto, a primera hora de la mañana de ayer pudieron comenzar los trabajos. Personal de la empresa encargada se personó en la zona y procedió a colocar una valla metálica para aislar la zona de los trabajos. De forma paralela desplazaba a la zona una excavadora que ponía en marcha los derribos de forma fulminante, tras los preparativos.

De esta forma, el Ayuntamiento ha podido acometer el derribo de la parte del perímetro de las naves industriales que es de su propiedad, y que es la que está situada en la parte alta. Este recinto albergó en su día las instalaciones de la empresa metalúrgica Maquinaria Ceres, hasta su traslado al Ensanche. La zona inferior, más cercana a la gasolinera, es propiedad de la Generalitat, concretamente del EIGE a través del antiguo IVVSA.

Gomicia ha destacado que el EIGE tiene elaborado el proyecto, pero carece de la disponibilidad presupuestaria para poder materializarlo, después de que, incluso, el Ayuntamiento le haya impuesto sanciones por no mantener la parcela saneada. Por ello, no se puede precisar en estos momentos cuándo se completará la actuación que permitirá el derribo integral de las naves.