Un alcoyano, J. B. C., de 72 años, sufrió una caída el 14 de enero de 2011 que, dos días más tarde, provocaría su fallecimiento. Hoy, el fiscal mantiene imputados a los cuatro facultativos del Hospital General Universitario de Valencia que le atendieron, por un presunto delito de homicidio por imprudencia grave y les pide penas de 1 año y 3 meses de prisión. Paralelamente, la asesoría jurídica de El Defensor del Paciente ha llegado a un acuerdo con las aseguradoras de los cuatro médicos, que indemnizarán a la familia del fallecido con 75.000 euros, al margen del proceso judicial.

Esta persona, informa la citada entidad, sufrió una caída en su domicilio, por la que fue atendido en el el servicio de Urgencias del Hospital Virgen de los Lirios de Alcoy, diagnosticándose hematoma epidural, fractura de la escama del temporal y hematoma muscular extracraneal. Tras apreciar también focalización neurológica y signos de hipertensión endocraneal, los médicos decidieron el traslado inmediato en ambulancia al Hospital de Valencia, como centro de referencia, tras contacto previo telefónico con dos médicos, incluido el neurocirujano adjunto de guardia.

La ambulancia llegó al Hospital General a las 3,34 de la madrugada, siendo acomodado el paciente en una cama de observación permanente de Urgencias, «sin ser reconocido ni valorado por ningún facultativo de Neurología hasta aproximadamente las 15 horas de ese mismo día». Fue durante el cambio de guardia cuando se decide a la vista de su estado, la intervención quirúrgica de craneotomía descompresiva, que se practica once horas después de su ingreso. «El paciente no pudo superar el postoperatorio, falleciendo en la UCI el 16 de enero», según explicaron ayer fuentes de la citada entidad.

Con posterioridad a los hechos, se interpuso una querella criminal que ahora, cuatro años después, sigue en instrucción, aunque se ha llegado a un acuerdo civil con las aseguradoras de los médicos. La presidenta de El Defensor del Paciente, Carmen Flores, señala que «queremos denunciar estos hechos intolerables de que un paciente que necesita intervención urgente... tenga que pasar 11 horas sin ser atendido, para después ser operado cuando ya nada se podía hacer por salvarle la vida».

Además, critica el «laberinto burocrático» y la «desorganización letal» en un hospital público, lo cual ha propiciado que «costara cuatro años identificar a los supuestos autores de tan grave negligencia, ya que una cosa son los turnos oficiales de cada hospital y otra los continuos cambios que se hacen entre los médicos, que representa una dificultada añadida para determinar los autores materiales de que el paciente haya estado desatendido y falleciera por tal gravísima imprudencia».