El «Projecte Canyet» también cuenta con una interesante vertiente educativa. La zona del aviario y de alimentación en las antiguas canteras del Preventorio disponen de un observatorio al que acuden centenares de escolares todos los años. Además, estudiantes y profesores de distintas universidades participan en el marcaje de los buitres tanto de la colonia de Mariola como de los que son capturados en su proceso migratorio. Este tipo de iniciativas contribuyen, según Àlvar Seguí, a que «el 99% de la sociedad vea con buenos ojos el plan de reintroducción». M. V.