Las perspectivas que maneja el sector textil para el año que acaba de comenzar son de que continúe la recuperación económica, aunque con un crecimiento más lento de lo esperado. Se prevé que la demanda doméstica se mantenga gracias a la actual mejora del mercado de trabajo, mientras las exportaciones seguirán en términos positivos. Con todo, están creciendo las dudas sobre las economías emergentes y la lenta recuperación europea, lo que podría representar un freno importante en la actividad exterior de las empresas. M. V.