El Ayuntamiento de Alcoy y la empresa pública Vaersa están manteniendo contactos con la posibilidad de que la planta de transferencia de basuras acoja un ecoparque de carácter comarcal. La instalación permanece cerrada tras las doce sentencias que la declaraban ilegal debido a su proximidad con el casco urbano. El cambio de legislación en la materia permitiría la reapertura con el mismo uso, aunque el gobierno municipal considera que seguiría generando problemas.
Tal y como se ha venido informando, la planta de basuras, asignada a la zona XIV de residuos, se instaló en la zona de San Benet en 1998. Los vecinos de la zona iniciaron de inmediato un proceso de reclamación, alegando, entre otras cuestiones, que no podía ubicarse en ese emplazamiento debido a que la ley la vetaba a menos de 2.000 metros del casco urbano.
Los juzgados han ido dando la razón de forma consecutiva a los vecinos, que a lo largo de todo este tiempo han conseguido nada menos que doce sentencias favorables. Las sucesivas licencias municipales y los recursos judiciales de Vaersa se fueron tumbando uno a uno, hasta que finalmente el Tribunal Supremo ordenó el cierre.
Un cambio de legislación registrado con posterioridad ofrecía la posibilidad de legalizar la planta, motivo por el que Vaersa volvió a solicitar a mediados de 2013 licencia de reapertura. Esta petición quedaba a expensas de los informes técnicos municipales, de la Confederación Hidrográfica del Júcar y de la Conselleria de Territorio, aunque de momento la planta continúa clausurada y sin actividad alguna.
En este contexto, el Ayuntamiento y Vaersa han mantenido recientemente una reunión, con el objetivo de abordar el futuro de las instalaciones. Según la información facilitada por el concejal de Obras y Servicios Públicos, Jordi Martínez, «hemos barajado diversas opciones, y una de las que más nos gustan es la de un ecoparque, lo cual, sin lugar a dudas, generaría muchos menos problemas y molestias que una planta de transferencia de basuras».
Martínez justificó la iniciativa «en la apuesta del actual gobierno de la Generalitat, que quiere potenciar el reciclaje y conseguir de esta forma que llegue la mínima cantidad posible de basura a la planta central de Xixona, a la que pertenecemos». Las instalaciones del ecoparque, en principio, tendrían carácter comarcal, al igual que ya sucedía con la planta de basuras.
Sobre la posibilidad que ofrece la nueva legislación de reabrir la planta, Martínez significó que «podría ser legal, pero éticamente opinamos que no, porque los vecinos tenían su razón. Además, si nos obligaran a reabrirla está claro que se tendría que llevar a cabo una importante inversión para mejorar las instalaciones y que no generasen molestias, lo cual es un factor que juega en contra de que siga teniendo el mismo uso».
El concejal destacó la disposición de Vaersa a cambiar la utilidad de la planta, «dado que como empresa pública están abiertos a gestionar lo que se les plantee».
