La tarde era festiva en Alcoy, pero pudo haber acabado en tragedia: a un joven se le hundió el techo de uralita de una fábrica abandonada por el que caminaba, cayendo al interior. Lo que pudo ser grave percance acabó en un susto, ya que sólo resultó contusionado, informaron fuentes de los servicios de emergencia. La incidencia incluyó un despliegue policial, que «limpió» la zona, con una decena de identificaciones, según explicó ayer el concejal de Seguridad Raül Llopis.

Los hechos ocurrieron el domingo por la tarde en una antigua fábrica en el cauce del río, en Cervantes. Un testigo presencial alertó al 112, lo que derivó en la movilización de efectivos de Policía Local y Nacional, junto a los servicios sanitarios. Tras comprobar que el joven no había sufrido daños, se desalojó el antiguo recinto industrial en el que había concentrada una decena de jóvenes. Todos fueron trasladados al retén de la Policía Local e identificados, procediéndose a alertar a los padres en el caso de los menores.