La única nota positiva es que los pinos están empezando a brotar en el área incendiada del Preventorio, lo que deja entrever que la regeneración será posible de manera espontánea, sin que resulte necesario llevar a cabo una repoblación. Las semillas se dispersaron en el mismo momento del incendio, y pese a la situación de sequía, la vida ha comenzado a abrirse paso. M. V.