Ibi vivió ayer su mágica Cabalgata de Reyes Magos, un desfile repleto de tradición que fue presenciado por numeroso público y en el que Melchor, Gaspar y Baltasar estuvieron acompañados por un séquito de más de 500 personas. Junto a los enviados de Oriente, los paqueteros reales, con sus largas escaleras, fueron también protagonistas destacados.

Ibi tiene una vinculación directa con los Reyes Magos. No en vano tiene ganado por méritos propios el apelativo de «Villa Juguetera», como cuna del sector del juguete y principal centro productor en el conjunto de España.

Así, no es dífícil de imaginar los motivos por los que las celebraciones relacionadas con Melchor, Gaspar y Baltasar tienen un profundo arraigo entre la población.

La fiesta se inició el lunes con la recogida de las cartas a cargo del Heraldo, en esta ocasión encarnado por el escultor Vicente Ferrero Molina, exdirector del Mubag, escultor y miembro del Consell Valencià de Cultura, y vinculado a Ibi, entre otras cuestiones, por su trabajo en el Retablo de los Santos Españoles. Fue la Asociación de Reyes Magos la que le cursó la invitación.

La Cabalgata, ya en la jornada de ayer, comenzó en Ibi a las 18 horas desde la avenida Joaquín Vilanova. Numerosas personas, en su mayoría niños, llenaron las aceras momentos antes de que diera comienzo el desfile. La Sagrada Familia, tal y como es habitual, abrió paso a los pastores, al séquito de Herodes y a los pajes reales.

Sus Majestades fueron los últimos en llegar y lo hicieron repartiendo besos y caramelos a los más pequeños. Los paqueteros reales, además, fueron entregando los regalos al mismo tiempo que pasaba la Cabalgata, utilizando sus peculiares escaleras para llegar a todos los balcones. Cabe reseñar que estos son unos de los personajes más queridos y singulares de la Cabalgata ibense, y que para poder ejercer como tal hay listas de espera de varios años.

El recorrido concluyó en la plaza de los Reyes Magos, donde un nutrido público asistió a la Adoración del Niño Jesús.