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La legionela da una tregua a Alcoy

La ciudad cierra 2015 sin neumonías por la bacteria - Es la primera vez desde el brote inicial en 1999

La legionela da una tregua a Alcoy

Alcoy se dispone a cerrar 2015 sin haber registrado ni un sólo caso de neumonía por legionela, lo que sucede por primera vez desde que empezaron a declararse brotes en septiembre de 1999. De hecho, el último contagio registrado se remonta al 6 de noviembre de 2014, siendo el undécimo de un brote que, de momento, es el último episodio registrado en la ciudad. El alcalde Antonio Francés ha significado que «ahora estamos por debajo de la media», a la vez que anuncia que en enero se contactará con Salud Pública con el fin de plantear la suavización de las duras restricciones ambientales vigentes.

Es el primer año que se va a acabar, salvo problema de ultimísima hora, sin ningún caso desde 1999. Las menores incidencias hasta el momento habían sido en 2012 con 3 casos y en 2012 con 2, después de años con más de 100 afectados, especialmente el de 2000, con dos brotes: uno de 11 enfermos y otro, el más duro, con 95, de los que fallecieron 6, aunque Sanidad únicamente atribuyó 1 a la incidencia directa de la bacteria. Habitualmente, las causas de las defunciones siempre han sumado la legionela a cuadros clínicos graves, que sobre todo se cebaban en personas de edad avanzada.

Quede como quede definitivamente 2015, ya se ha vivido una situación inédita en Alcoy, cual es casi 14 meses sin caso alguno de legionela. El último contagio informado por las autoridades de Salud Pública se producía el 6 de noviembre de 2014, en el marco del decimoséptimo brote, que acabó con once afectados y sin causa definida: las investigaciones no pudieron esclarecer el origen del contagio, que quedó como una fuente indeterminada.

Este resultado no pasa desapercibido para el Ayuntamiento de Alcoy que, en enero, contactará con los responsables de la Conselleria de Sanidad para analizar la situación. «La verdad es que la evolución negativa de la legionela es una buena noticia, porque incluso Alcoy se queda por debajo de la media en cuanto a incidencia. Por ello, en enero abriremos conversaciones con Salud Pública para analizar la cloración del agua y la incidencia de las fuentes públicas, en un intento de volver a la normalidad, dentro de los protocolos de prevención», explica el alcalde Antonio Francés.

Esta iniciativa se fundamenta en que Alcoy tiene en estos momentos, como ocurre desde 1999, todas las fuentes públicas cerradas, con el fin de evitar la difusión de la bacteria. Además, actividades como el asfaltado de las calles tienen que realizarse con agua fría e hiperclorada, lo que obliga al uso de maquinaria especial. Otro tanto sucede con la limpieza de las calles, muy limitada actualmente y que, como informó en fechas recientes este diario, se quiere renovar y adaptar en la nueva contrata de la limpieza que se va a concretar en 2016.

Caso aparte es el agua potable. Hiperclorada hasta cerca de 2 partes por millón durante mucho tiempo -lo que causaba mal sabor en una ciudad especialmente orgullosa de su agua potable-la cifra se redujo hasta 0,8 tras cesar los brotes, pero en 2009 se volvió a subir a 1 y luego a 1,2, que es la cifra vigente en la actualidad. En este terreno, el consistorio se dispone a plantear también una rebaja, siempre que Salud Pública lo contemple.

El concejal de Medio Ambiente, Jordi Martínez, precisa que en la actual coyuntura con la legionela, marcada por la ausencia de casos, «se tendrá que poner sobre la mesa la situación de Alcoy. Habrá que ver si es la única ciudad en esta situación y tendrá que dejar de ser una excepción, cumpliendo el protocolo como todas las demás ciudades. Se tendrá que aclarar este extremo o concretar si la excepcionalidad será eterna. En todo caso, tendremos que decidir qué hacemos con los surtidores y las fuentes».

En suma, tras más de 300 afectados oficiales, entre brotes y casos aislados, la bacteria ha dado un respiro en una ciudad que ha sido cabecera permanente por la legionela desde 1999.

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