La Diputación ha finalizado los trabajos de acondicionamiento del camino de acceso al castillo de L'Orxa, como paso previo al inicio de las obras de rehabilitación, previstas para el próximo año. Preocupa sobre todo el deteriorado estado de la torre de homenaje, que precisa de una actuación urgente para evitar que se pueda venir abajo.
La fortaleza de origen musulmán, datada entre los siglos XII y XIII y que fue transformada a comienzos de la época cristiana en un castillo señorial desde donde se dominaba la Vall de Perputxent, necesita de una serie de actuaciones antes de que sea tarde, para evitar que siga deteriorándose. Se trata de una construcción que, pese a no haberse llevado a cabo obras de rehabilitación con anterioridad, ha resistido el paso del tiempo. Sin embargo, la intervención ya empieza a ser perentoria, sobre todo en lo que respecta a la torre del homenaje.
De entrada, la Diputación, propietaria del castillo desde 2009, ha mejorado el camino, con el objetivo de poder acceder con la maquinaria y trasladar el material necesario para su rehabilitación, lo cual acontecerá a partir del próximo año, según la información facilitada desde el Ayuntamiento.
El alcalde, Arnaldo Dueñas, destacaba que su equipo de gobierno ha apostado desde el primer día por la recuperación y puesta en valor del patrimonio del municipio, que define de numeroso y muy valioso. «L'Orxa -indicó- cuenta con un gran patrimonio que hay que dar a conocer, conservar y conseguir que sea atractivo para el visitante». Dueñas destacó especialmente el castillo, «al cual podemos considerar como el símbolo del municipio por su importancia y la estima de todos los vecinos».
Cabe reseñar que la fortaleza también tiene un gran valor histórico. De hecho, estuvo vinculada a Al-Azraq, a cuyo poder pasó el 4 de abril de 1244, cuando se firmó el Tractat del Pouet.
