El secretario autonómico de Educación, Miguel Soler, protagonizó ayer una maratoniana jornada en Alcoy, entrevistándose con responsables políticos, educativos y empresariales, con el objeto de conocer la situación real del ámbito docente y sus perspectivas de actuación a corto y medio plazo.

La jornada arrancó en el Ayuntamiento, con un contacto con el equipo de gobierno -al que asistió el alcalde Antonio Francés-, con los responsables de los centros docentes y con representantes de las asociaciones empresariales. Precisamente, uno de los objetivos principales de la jornada estribaba en «analizar la oferta de FP en la ciudad y la comarca y ver a qué sectores productivos atendemos y qué oferta damos, porque lo que queremos es acercarnos más a las empresas y definir el mapa» en función de las necesidades.

Otro tanto se hará en base a la oferta de educación infantil, precisamente en una ciudad, precisó el alcalde, que ha sido pionera a la hora de recibir aulas de 2 años.

Paralelamente, anunció que se hará un estudio de la situación del IES Andreu Sempere «con el fin de ver qué otras actuaciones hacen falta», al margen del cambio de los ventanales. Hay que recordar que el PP presentó hace casi cinco años un ambicioso proyecto de ampliación del centro, del que no se volvió a saber nada más. Es el único instituto de Alcoy que falta por «actualizar».

Soler, en cuanto a las infraestructuras en la comarca, recordó que su departamento está efectuando un mapa de situación en la Comunidad Valenciana, que estará listo ante de las Navidades, y que «fijará las prioridades, en base a criterios objetivos y públicos, no de la amistad con el alcalde. A partir de ahí, se actuará en función del presupuesto disponible».

En este sentido, Soler recalcó que la construcción del nuevo colegio el Bracal es una «prioridad absoluta». «Hay una lista de 36 centros que irán al plan inicial y que tienen las obras comprometidas. Nuestro objetivo es que si se puede acabar con los barracones en dos años, mejor que en tres», indicó. A este respecto aclaró, sobre la inminente implantación de prefabricadas en el colegio Sanchis Banús de Ibi, que «una cosa es poner barracones para construir un nuevo centro y que duren un tiempo razonable, un año o máximo dos. Eso todo el mundo lo entiende. Lo que no puede ser es meter los colegios en instalaciones provisionales durante 10 u 11 años. Esto no volverá a pasar».

En cuanto a otras actuaciones como la unificación del colegio San Juan Bosco, de Cocentaina, la abordó en una entrevista con la alcaldesa Mireia Estepa, pero matizando que se actuará en función de las prioridades.

La jornada también sirvió para analizar los proyectos ya en curso, como la evolución del programa de educación infantil pública o el desarrollo de la «Xarxa llibres», que está poniéndose en marcha.