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El otoño triplica las visitas a la Font Roja

El cambio de tonalidades del arbolado lleva al parque a 50.000 personas desde el 9 de octubre

El espectáculo cromático atrae a miles de visitantes JUANI RUZ

El otoño ha triplicado la afluencia de visitantes al parque natural de la Font Roja en Alcoy. El espectáculo visual que propicia el cambio de tonalidades de los árboles ha llevado al paraje a cerca de 50.000 personas desde el puente del pasado 9 de octubre, asistencia que se concentra sobre todo durante los fines de semana, cuando llega a colapsarse la zona de aparcamiento.

El parque natural de la Font Roja siempre se sitúa entre los más visitados de la Comunidad Valenciana, merced a los indudables atractivos naturales y paisajísticos que atesora el carrascal, excepcional ejemplo de bosque mediterráneo. En cualquier caso, es con la llegada del otoño cuando la afluencia de gente se incrementa de manera exponencial, debido al espectáculo cromático que se presenta ante sus ojos.

El cambio de tonalidad de determinados árboles caducifolios cambia de manera radical el aspecto del bosque, para deleite de los numerosos excursionistas que se acercan al paraje, los cuales cada vez son más.

Así, la cifra de visitantes se ha triplicado en relación a lo que es habitual en el resto del año. Según la información a la que ha tenido acceso este diario, desde el puente del pasado 9 de octubre han pasado 4.669 personas por el centro de visitantes, sólo contando los fines de semana y festivos. Teniendo en cuenta que apenas son un 10% los excursionistas que acuden a estas dependencias para recibir información, la asistencia real al parque natural se habrá situado en cerca de 50.000 personas.

Como queda dicho, la mayor afluencia se registra durante los fines de semana, cuando la zona de aparcamientos llega a colapsarse y los coches estacionan en las cunetas de la carretera desde un kilómetro antes de la llegada al santuario. La procedencia es sobre todo de las provincias de Alicante y Valencia, aunque también acuden desde otros lugares.

El espectáculo cromático lo propician árboles como el fresno, que adquiere unas tonalidades que van del granate al morado, mientras que el arce evoluciona del amarillo a un rojo intenso. También hay algunos arbustos, como el mostajo, que se suman al espectáculo visual.

Dependiendo del comportamiento climático, la tonalidad de las hojas llega a ser más o menos llamativa. Es en los otoños en los que se pasa de repente de un clima cálido a un frío más intenso cuando el colorido llega a ser más intenso. Este año, desafortunadamente, no ha sido el caso, pero igualmente se ha podido disfrutar del paisaje, con unas tonalidades quizá más pasteles.

La zona en que los colores son más llamativos es en la pista que asciende hasta el Mas de Tetuán, y de forma más concreta en el llamado Mirador de Pilatos, donde la gente se concentra para fotografiar el arbolado. También en la parte más elevada, a los pies del pico del Menejador.

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